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Economía

El 30-J de las pymes y los autónomos

  • El evento puede convertirse, si tiene continuidad, en un 15-M de reivindicación empresarial

La convención La empresa como solución que ayer celebró la CEA fue, además de un recordatorio insistente de lo que necesita la empresa y, por tanto, lo que le hace falta al país, un acto de afirmación. Una especie de terapia multitudinaria que sirvió para que los empresarios, a pesar de su situación, se convenzan a sí mismos de que, contra todo y contra todos, pueden salir adelante.

Es lo que se respiraba ayer en los cauces habilitados en las redes sociales por la CEA para la ocasión. Se notaba, salvando las distancias, un espíritu similar al del 15-M, como si el acto fuera el inicio de algo. De hecho, aparte del mensaje político y social, había otra razón para la convocatoria: fomentar el espíritu de unidad en el empresariado, con un acento especial en pymes y autónomos. "Tenemos que caminar juntos", afirmó Luis Miguel Escolar, presidente de la confederación de autónomos CEAT Andalucía. El evento, en gran parte, estaba montado para ellos, y Julián Gómez, de la federación del metal, llamó la atención de Herrero y Rosell para que se las atienda: "Acordadse de las pymes; las actuales leyes y las que se negocian no pueden tener la misma aplicación para una pequeña empresa de un polígono industrial que para una de mil trabajadores".

Fue un acto, también, por y para los empresarios, sin políticos, que estaban en el Debate sobre el estado de la Comunidad, y sin sindicatos. En él hubo un ambiente de crítica, pero también de optimismo. Así lo reflejó Álvaro Guillén, vicepresidente de la patronal agroalimentaria Landaluz, que llamó a la empresa a no depender de los políticos. "No esperemos gran ayuda de ellos; si nos la dan bienvenida sea, pero en el momento de andar la imaginación de las empresas es ilimitada". En parecidos términos se manifestó la presidenta de las empresarias andaluzas, Ana Alonso, que recordó que "la madurez empresarial en Andalucía ha generado cotas de bienestar hasta ahora desconocidas; la empresa es la que puede sacar a la región de la crisis".

Todos coincidieron en que no son sectores determinados los que impulsarán la región, sino que todos harán falta. Eso es lo que se desprendió de la emotiva intervención de José Prados Seseña en nombre de los constructores: "Soy empresario del ladrillo y me siento orgulloso de serlo". Reivindicó su papel en la creación de riqueza del país y criticó a quienes han utilizado como cabezas de turco a los empresarios de su sector. "La construcción no será la que nos saque de la crisis, pero será imprescindible para conseguirlo". También se defendió José Manuel Ledesma, presidente de los hosteleros andaluces, de las críticas que ha recibido el turismo como sector. "No somos depredadores de nada, somos enriquecedores del futuro".

Crear empresas, de cualquier tipo, y facilitar ese camino, es uno de los puntos básicos de todo lo que se reclamó ayer. David Alva, el presidente de los jóvenes empresarios españoles, fue claro: "Nos gustaría que crear riqueza y empleo no estuviese penalizado en este país. El empresario ve oportunidades donde otros sólo ven riesgos; la empresa es la única solución, nos crean o no".

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