Como torrijas

Estamos metidos en un ciclo de lluvia que convierte Sevilla en Bilbao con tapas en vez de pinchos y con un vía crucis amenazado en vez de Guggenheim. Estamos como torrijas de las buenas, no de las adulteradas: empapochaos de una miel que es agua de lluvia. Nos falta costumbre para soportar tantos días grises. Y nuestro alivio es siempre el mismo. ¡Menos mal que esta semana no ha sido la de Semana Santa! Evocamos entonces cuál fue la Semana Santa más tempranera que hemos vivido, allá por los años ochenta en que el Domingo de Ramos coincidió con el Día de San José. Cuaresma de interior la que genera tanta lluvia. ¿No se ha puesto de moda la Semana Santa íntima tras los dos años de pandemia y la ristra de suspensiones de estaciones de penitencia por las precipitaciones o su simple anuncio? Pues, ¡hala!, a vivir la cuaresma por el streaming. ¿Les suena? Y que las torrijas sean de mucha miel.