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Manuel Álvarez, el 'abuelo' de 81 años que busca otra oportunidad en Constantina

El lema con el que Ciudadanos x Constantina busca el voto de su candidato, Manuel Álvarez.

El lema con el que Ciudadanos x Constantina busca el voto de su candidato, Manuel Álvarez.

Cumplirá 82 años el próximo 14 de noviembre y, pese a ello, se define a sí mismo como Manolo el Breve. Se refiere con ello a su efímero paso por la Alcaldía de Constantina en 2015, que concluyó por una moción de censura. Sin embargo, ni lo primero, que lo convierte en el candidato de más edad de la provincia, ni lo segundo, que lo hizo abandonar el bastón de mando de forma repentina a los siete meses de hacerse con él, han logrado pararle los pies.

Manuel Álvarez Fuentes, Manolo, como todos lo conocen en el pueblo, repite por terceras elecciones locales consecutivas como cabeza de lista del partido independiente Ciudadanos x Constantina (CCxC). Es el candidato más viejo por edad, un "abuelo", como él mismo sostiene durante la entrevista con este medio, y como recogen los carteles de campaña con los que busca el voto entre sus vecinos con el lema Yo voto al abuelo. Pero su entusiasmo y entrega es igual, o mayor, que la de muchos jóvenes, aunque reconoce sí que le hubiera gustado cerrar la lista para seguir en ella como apoyo al partido, pero que las circunstancias le han hecho mantenerse a la cabeza.

"Como dicen, soy un abuelo. Eso es innegable con mis 81 años. Pero eso no quita que hay abuelos tan potentes como el alcalde de Málaga, que también opta a la reelección, o el presidente de EEUU. Mi intención era ir el último, de apoyo a una candidatura que mantuviera nuestros valores y nuestra manera de entender la vida municipal, pero finalmente aquí estamos yo y mi compromiso es pleno", sostiene. "Muchos se ríen por mí edad y por eso hemos decidido incluirlo en la campaña. Si soy un abuelo, pues que voten al abuelo", manifiesta.

Con todo, cuando este abuelo se metió en política, como suele decirse, ya estaba jubilado. Tenía 73 años y lo hizo por la puerta grande convirtiéndose en el alcalde de su pueblo en mayo de 2015, rompiendo la hegemonía PSOE-PA que había reinado en el Ayuntamiento constantinense desde las primeras elecciones democráticas. Duró poco. A los siete meses prosperó una moción de censura presentada entre esas dos fuerzas políticas, históricas rivales en las urnas, y devolvió la Alcaldía al PSOE pese a las protestas de los ciudadanos en contra de esta decisión. "No guardo rencor. Yo estoy abierto para colaborar con todos. Tenemos una característica que nos hace diferentes y es la participación. No queremos gobernar sólo para el pueblo, sino gobernar con el pueblo y responder a sus necesidades. Es lo que veo que ha faltado en Constantina en los ocho años que llevo en el Ayuntamiento. Falta de diálogo con los ciudadanos y de análisis con ellos de los problemas a los que les dan preferencia", relata.

Cuando Manuel Álvarez recibe la llamada de Diario de Sevilla está en su casa, en el municipio que le vio nacer en 1941, aunque luego abandonó por cuestiones laborales, antes de volver "para siempre" muchos años después. Estudiante de Derecho en Sevilla, se desarrolló profesionalmente en Madrid, donde trabajó durante 40 años como funcionario de la Administración del Estado. Pasados esos años, y buscando una vida "más tranquila y con menos contaminación", regresó. Dice que, "como buen vecino de Constantina", quiere "morir" en su pueblo.

Cuenta de su vida que conoció a Felipe González, de la promoción siguiente a la suya, y a Alejandro Rojas-Marcos, de la precedente. Recuerda que la madre del que fuera luego presidente del Gobierno le dejó el piso para vivir en la calle Conde de Bustillo de Sevilla y confiesa que fue novio de la luego diputada Carmen Romero antes de que ella fuera la esposa de González.

En su vuelta a Constantina simpatizó con una plataforma vecinal que protestaba contra la decisión del gobierno local del PSOE de remodelar un centenario jardín público y que exigía su restitución por su carácter "histórico" en el municipio. Es entonces cuando decidió unirse a "las generaciones jóvenes que luchaban por el pueblo".

Lleva por bandera la "independencia" que caracteriza a su partido y sus orígenes ciudadanos y no se arruga ante las otras dos opciones con las que concurre a las elecciones el próximo 28 de mayo. "Los grandes", como él mismo dice, PSOE y PP.

"Nos parece muy interesante que a los partidos grandes como son PSOE y PP, el bipartidismo de siempre, le haga frente una tercera fuerza que recuerde que lo importante en los pueblos es el pueblo, la lucha por mejorar la vida y hacerlo más próspero", indica Álvarez. "Por ello, vamos a fomentar una participación ciudadana constante y no reducida a las campañas electorales y establecer con los jóvenes una política de diálogo y caracterizada por su participación", añade. 

Dice que ser alcalde de Constantina es más difícil que ser alcalde de grandes ciudades como Sevilla o Madrid. "Esos alcaldes tienen detrás un equipo. Aquí un alcalde se lo tiene que hacer todo", afirma. Y lo explica: "Esto es así porque el Ayuntamiento no funciona porque no hay profesionalidad en su función pública. Los partidos mueven concejales como si las concejalías fueran un camino para obtener un puesto de trabajo. No sólo pasa aquí, es un problema general. Cuando, realmente, para trabajar en la Administración pública, el camino auténtico es el de mérito y capacidad demostrada en una concurrencia igualitaria con los demás candidatos interesados en ese mismo puesto", aclara.

Constantina, con una edad media de su población de 45,5 años, vive de la explotación agrícola y ganadera en su mayoría, y, como buena parte de la comarca de la Sierra Morena de Sevilla a la que pertenece, sufre en sus carnes una despoblación que le hizo bajar por primera vez hace unos años de los 6.000 habitantes. En los años 50 del siglo pasado llegó a rozar los 15.000. "Hay que parar el proceso de despoblación, envejecimiento y deterioro", defiende.

Tan importante como el crecimiento demográfico es para él el progreso económico. "El desarrollo, por fin, del parque empresarial, que es una pieza fundamental para el empleo, sobre todo, juvenil, y la reapertura del albergue municipal para un turismo rural de clase media porque las casas rurales son más cara y porque es clave para el desarrollo turístico. Y todos esos problemas están sin abordar", explica. También la recuperación de los bienes patrimoniales en estado de abandono, la mejor gestión de las instalaciones sanitarias o la búsqueda de una política cultural propia.

De su equipo dice que, "por primera vez" tiene la certeza de que no hace falta que él prosiga. "Creo que está será mi última oportunidad. Hay gente muy preparada para que sigan la estela de este intento de sacar al municipio de su letargo y ponerlo en marcha", asegura de una candidatura que incluye perfiles muy diversos del sector agrario, de la educación, de la rama sanitaria, la electrónica y comunicación, administración, actividades deportivas o servicios sociosanitarios. "Trabajan en todos los sectores", apostilla. 

"El pueblo, con sus votaciones, nos va a indicar lo que quiere. Somos conscientes de la dificultad que tenemos pero nos parece, y por eso seguimos, que merece la pena el esfuerzo de seguir diciendo lo que realmente nos parece como soluciones auténticas para nuestro pueblo. Para que la gente no se tenga que ir", concluye.

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