El fin del bipartidismo se hizo evidente en Sevilla capital en las elecciones municipales de 2015. Por primera vez se sentaron en el pleno cinco fuerzas políticas y tanto el PSOE como, especialmente el PP, empezaron a desangrarse. 

En las últimas elecciones municipales el partido que consiguió más votos fue el PP, 106.258 votos que le hizo sumar 12 concejales. El PSOE se quedó en 103.238 votos, que se tradujeron en 11 concejales. Izquierda Unida mantuvo sus dos ediles, pero casi redujo a la mitad el número de votos, con 19.177. Mientras que entraron en la escena municipal Ciudadanos, con cuatro concejales sentados en el pleno al cosechar 29.851 votos; y Participa Sevilla (marca de Podemos) que casi igualó al partido naranja con 28.933 votos y 3 ediles también. De los partidos minoritarios, Ganemos, otra marca de la izquierda más dividida que nunca, se quedó con 4,7% de los votos, insuficientes para entrar en el reparto de la tarta de la Plaza Nueva.

La abstención en las últimas elecciones municipales fue del 40,5%, tres puntos superior a la de 2011, en la que la participación fue muy alta, pero cinco puntos inferior al elevado nivel de abstención registrada en 2007, en una etapa de gran desencanto ciudadano de la política.