La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez entra en los templos cuando quiere
-¿Cómo surge su fascinación por la arquitectura española?
-Primero, con una revista que funciona en la Universidad de Shanghai, El Croquis, y toda esa fascinación la corroboré en mi primer viaje a España hace ocho años.
-¿Qué vio en aquel viaje?
-Lo que más me impresionó fue la interpretación contemporánea de la tradición que hacen los arquitectos españoles. Eso en China es algo impensable.
-¿Es viable trasladar materiales de un país a otro?
-Lo veo bastante complicado. Me llama la atención el uso de la cerámica. Sí hay una insólita similitud. La intervención en los países del Mediterráneo es más compleja, depende de la actividad solar, según las horas del día. En los jardines chinos hay un juego entre los espacios y el visitante que me recuerdan mucho este uso de la luz de la arquitectura española.
-¿De qué hablan los edificios: del alma, la cultura o la técnica de un país?
-La arquitectura tradicional refleja la cultura y la arquitectura contemporánea refleja la realidad del país, el día a día.
-Ha visitado dos obras de Cruz y Ortiz, el estadio de la Cartuja y la estación de Santa Justa. ¿Cuál le llamó más la atención?
-El estadio responde a un concepto humilde, sencillo de la arquitectura, algo impensable en China, donde ese tipo de construcciones son muy pretenciosas. En la estación de Santa Justa hay un juego de luces y espacios más complejo. Me gusta más la estación de tren, sin desmerecer las cualidades del estadio.
-¿Qué hace con más asiduidad, deporte o viajar en tren?
-No soy deportista y mis compromisos me obligan a viajar constantemente.
-¿Cómo aprovechan Sevilla y Shanghai las exposiciones de 1992 y 2010?
-En Shanghai van a demoler la mayor parte de los pabellones. La presión demográfica es inmensa y el espacio muy caro. Sevilla no tiene esa presión y puede hacer uso de algunos de sus pabellones. En Shanghai quedará la memoria digital, un museo de interpretación de la Exposición.
-¿Hizo algún edificio?
-Intervine en el diseño del pabellón de Naciones Unidas y en la Villa de la Exposición que acogió a los periodistas.
-¿Los arquitectos chinos son tan populares como los cineastas, habituales en el palmarés de la Mostra de Venecia y los mejores festivales?
-El cine chino, el más comercial, el que se ve en el extranjero, ofrece una imagen tradicional, mientras que la arquitectura está más en contacto con la realidad. No se le permite trabajar con esa falsa imagen nostálgica de paraíso perdido.
-Wang Shu obtuvo el Pritzker, considerado el Nobel de los arquitectos. ¿Se ha valorado más o menos que el Nobel de Literatura de Mo Yan?
-Mo Yan no sale de su pueblo en la mayoría de sus novelas. La arquitectura de Wang Shu está relacionada con la gran ciudad, sus anhelos y necesidades.
-¿Cuántos rascacielos tiene Shanghai?
-Más de mil.
-¿Cómo se vive en su país la presión demográfica?
-En España no se entiende. La presión demográfica en Shanghai es tal que sólo se puede construir hacia arriba. En su país he oído que ese tipo de construcciones no son sostenibles. Yo pienso todo lo contrario. Es lo único que le permite a la gente vivir en el centro de la ciudad, no tener que desplazarse a las afueras.
-¿Demográfico como sinónimo de democrático?
-Claramente. Para todos.
-¿Hablaba el Libro Rojo de Mao de arquitectura?
-Sólo como metáfora. Dice que la arquitectura es la ideología del edificio.
-Norman Foster, con estudio en China, ¿se enfadará con su preferencia por los arquitectos españoles?
-Posiblemente, pero es que yo creo que la arquitectura contemporánea española es mejor que la americana y la británica.
-¿China es buen sitio para arquitectos españoles?
-Es un mercado enorme y hay sitio para muchos arquitectos extranjeros.Los arquitectos españoles no deberían aventurarse sin contar con un socio local que les interprete la oscuridad de la cultura china, donde es costumbre no decir las cosas claramente. Yo le veo mucho futuro a los arquitectos españoles que vayan a China en espacios artísticos, museos.
-¿Les molesta el arquetipo oriental de lo chino, el folclore, el exotismo?
-Evidentemente. En China hay más de cincuenta minorías étnicas.
-Es amigo de Jürgen Mayer, el autor de las setas...
-Lo invité a mi Universidad y visité las obras en 2009. Es una arquitectura muy rompedora en una ciudad muy tradicional como Sevilla, pero puede aportar un nuevo turismo, un nuevo amanecer. Yo lo veo como otro Guggenheim.
-¿Conoce la obra de Ai Wei Wei?
-Somos buenos amigos. Ha hecho una revolución al mezclar arte, política y humor. Además ha hecho cosas de arquitectura.
-¿Qué edificios españoles se llevaría a China?
-La Alhambra, el cementerio de Barcelona de Miralles y el CaixaMadrid de Herzog y De Meuron.
-¿Cuál es la ciudad más misteriosa que conoce?
-México D.F. Igual que en Shanghai, su población aumenta en un millón de habitantes cada año. Con culturas e idiomas distintos, más del 99% del ADN de los chinos es idéntico al de los mayas.
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