"La longitud del río Amazonas depende del año, de la pluviosidad"

zaniel novoa. presidente de la sociedad geográfica de lima

"La longitud del río Amazonas depende del año, de la pluviosidad"
"La longitud del río Amazonas depende del año, de la pluviosidad"
Francisco Andrés Gallardo

18 de julio 2014 - 01:00

-Ustedes subieron en 1996 a comprobar dónde nacía el Amazonas ¿Ya se han puesto de acuerdo en cuánto mide el río más largo del mundo?

-Los cálculos brasileños hablan de 7.062 kilómetros, pero el zigzagueo de los meandros del río Ucayali, también en Perú, hace variar unas decenas de kilómetros, así que es imposible precisar una cifra exacta. Puede alterarse según la potencia de la pluviosidad, según el año... la variación puede ser de hasta 60 kilómetros.

-Al buscar las fuentes del Amazonas comprobaron de paso que se convertía en el río de mayor longitud del mundo ¿se jugaron el tipo para presumir de tener el río más largo?

-Al comprobar que las fuentes estaban en el Nevado Quehuisha el río se ampliaba en 300 kilómetros y, efectivamente, superaba al Nilo, pero nunca se hizo la expedición para presumir a toda costa de tener el río más largo del mundo. La expedición internacional del 96 nace de la inquietud de tener la confirmación científica del nacimiento exacto del Amazonas. Fue un periodista del Corriere della Sera el que nos animó ante la duda. Meses después llegó la iniciativa científica polaca. Se formó una expedición con italianos, rusos, polacos y peruanos para solucionar de una vez la incógnita. Éramos ocho expedicionarios, de cuatro países distintos.

-En Andalucía también hemos tenido nuestra polémica con el Guadalquivir ¿Cómo busca y confirma el nacimiento de un río un geógrafo?

-En el caso del Amazonas nos guiamos por las cinco cumbres posibles, con el testimonio incluso de pastores, que al final tenían razón sobre el lugar acertado. Tradicionalmente se decía que nacía al abrigo del Mismi. En el Colca estudiamos los torrentes de Yanque, Carhuasanta, Lloqueta… y finalmente encontramos la respuesta en el Quehuisha, el nevado sagrado, el Señor de la Nieve, donde confluían los manantiales de Carhuasanta y Apacheta. Los lugareños solían pagar a la tierra con la entrega de un feto de alpaca, en agradecimiento.

-¿Y cómo se demuestra? ¿Cómo se mide un río?

-Hay elegir el momento idóneo, no puede ser en época de lluvias, por ejemplo. Elegimos la fecha de julio (invierno austral), midiendo en la hora oportuna, a las once de la mañana, cuando hay menos congelación... Medimos los cinco manantiales. La fuente del Quehuisha, el manantial Apacheta, es subterránea, no vale poner un corcho y calcular la velocidad. Contábamos con un instrumental muy potente, ordenadores, molinetes hidrádulicos, íbamos con expertos, como un glaciólogo ruso, Sergei Ushnurtsev, que se había enfrentado a muchos retos similares; un hidrólogo de la Armada de mi país, dos andinistas… Mucho más problemas teníamos entre nosotros con la traducción entre los cuatro idiomas que reuníamos.

-El también río más caudaloso del mundo, que atesora un quinto del agua dulce de todo el planeta, nace desnudo. Al llegar al Quehuisha sólo hay arena y piedras…

-A un metro está el hielo, el permafrost, una corriente continua subterránea, que tradicionalmente se rechazaba que hubiera en los Andes peruanos. Los primeros 500 metros del Amazonas parten así, a 5.170 metros de altura, y bajo tierra.

-¿Cómo se convive en una tienda de campaña para medir en tales condiciones, a esa altura, en pleno invierno…?

-Las temperaturas fueron tan bajas, por debajo de 30 grados bajo cero, que se nos llegó a congelar el termómetro. La carpa era un inmenso congelador. El hidrólogo de la Marina fue quien peor lo pasó, porque cada seis horas tenía que salir al exterior. Un suplicio. Hacíamos nuestras necesidades en botellas que terminaban congelándose. En esas condiciones tienes que estar moviéndote todo lo posible.

-El presidente de su sociedad geográfica era el almirante Guillermo Faura, quien estudió durante años los límites jurisdiccionales entre Chile y Perú.

-Es una eminencia para Perú. Tenía entonces 83 años y quería estar con nosotros. Siguió todo el protocolo, se hizo un chequeo en EEUU. Subió acompañado de su mayordomo, que fue quien nos cocinó, porque todos, realmente, lo hacíamos muy mal. Llevaba una botella de ron que nos vino bien. Los italianos aportaron grappa y los rusos, por supuesto, vodka.

-¿Ha quedado claro que ustedes están en lo cierto?

-Todavía se tienen que hacer eco todas las enciclopedias, que aparezca en todas partes. Hace tres años se levantó el monolito que señala el nacimiento, que está reconocido por la Oficina del Tratado de la Cuenca Amazónica. La comunidad científica lo acepta.

-Pero, por ejemplo, National Geographic aún no se ha pronunciado.

-Plantearon que nace en la laguna McIntyre, pero ese dato no tiene base científica. Estamos a la espera. Esa laguna, por cierto, lleva el nombre de su descubridor. Nosotros optamos por mantener los nombres locales y huir de las tentaciones de los descubridores de otros siglos. No nos sentíamos descubridores: los indígenas ya habían descubierto todo.

-¿El nacimiento se llama Apacheta o ya se le puede llamar Amazonas?

-Debe llevar el nombre de Alto Amazonas, sin perder el topónimo Apacheta. Como el río siguiente, Lloqueta-Alto Amazonas.

-Los pueblos perjudicados se niegan a reconocer el dato.

-Es comprensible el enfado, porque es un negocio turístico, pero la ciencia está por encima. El Quehuisha está en el distrito de Lari y sus autoridades son las más interesadas en promocionar este origen.

stats