“Los políticos españoles no dominan la comunicación no verbal”

José Manuel García ‘Pincho’ | Experto en comunicación no consciente

José Manuel García 'Pincho'. / OLIVIER ARNAU

Nacido en Cuenca, Juan Manuel García formó parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante 18 años. Ha sido formado por el FBI en negociación de incidentes críticos y análisis del comportamiento y se ha especializado en comunicación no verbal no consciente y evaluación de la veracidad. Profesor en diversas universidades españolas, acaba de publicar Ciencias del comportamiento (Temas de hoy).

–¿Nuestro cuerpo habla antes que nosotros?

–Nuestro cuerpo habla antes que nosotros y sin que nos demos cuenta. Eso es lo bueno. Es la propiocepción, la reacción que tiene el cuerpo antes de que la parte consciente del cerebro lo sepa. El cuerpo reacciona antes porque tiene que sobrevivir a la parte consciente del cerebro.

–¿Es posible controlar el lenguaje corporal?

–Es posible controlar parte del lenguaje corporal, pero hay reacciones fisiológicas imposibles de controlar, como la dilatación de la pupila, sonrojarte o que te suba el pulso. Si yo te hago una proposición o te presento a alguien y se te dilatan las pupilas es porque te ha gustado.

–¿Qué parte del cuerpo nos delata más?

–Yo creo que la parte que menos controlamos o la más sincera son las piernas y los pies porque las dejamos aparte. Cuando optamos por controlar nuestro lenguaje corporal nos olvidamos de eso. Las piernas y los pies son lo primero que se mueve cuando queremos huir, cuando no estamos a gusto… Me encanta fijarme en los pies cuando hablo con alguien.

–¿Existen creencias falsas sobre lo que significan los gestos?

–Sí. A nivel global, hay una falsa creencia de que existe un diccionario de gestos. Lo que se tiene que interpretar es el conjunto de gestos que se producen en un momento determinado, porque entre sí nos van a llevar a una definición de lo que está ocurriendo, pero no uno solo. Es comprometido hacerlo así.

–¿Por qué unas personas nos caen bien o mal antes de conocerlas?

–Hay varias posibilidades. En primer lugar, puede que nuestro cerebro haga una lectura inconsciente del lenguaje corporal de la otra persona que nos genere una incongruencia, que la parte verbal no concuerde con su lenguaje corporal, como gestos de rechazo acompañados de una sonrisa… También puede ocurrir que la persona se parezca, por ejemplo, alguien que en nuestra infancia nos hizo bullying o a otra persona que nos cae mal. Nuestro cerebro, que es perezoso y predictivo, automáticamente le va a otorgar la misma naturaleza que a la persona a la que nos recuerda.

–¿Hay técnicas para saber si se está alterando la verdad?

–No hay una técnica precisa que nos dé una confianza plena de una persona nos está mintiendo. Se puede acercar a través de la lingüística forense, unida al lenguaje corporal, pero siempre va a haber un margen de error que escapa a nuestro control. Tomar decisiones importantes teniendo una ventana de error grande me parece imprudente.

No existe un ‘diccionario’ de gestos; hay que interpretarlos en su conjunto en un momento determinado”

–¿Cuánto comunica el silencio?

–Muchísimo. El silencio tiene dos direcciones. Una es la que me ofrece la persona con la que hablo cuando hago una pregunta y ésta genera un silencio, piensa, desvía la mirada, parpadea; es una introspección: necesita su tiempo para valorar la pregunta y tengo que respetarlo y no invadir, no juzgar, porque de ahí va a salir oro. Por otra parte, está el silencio estratégico: yo lanzo una pregunta abierta donde se supone que va a haber bastante conversación y, cuando menos me lo espero, termina. Entonces genero un silencio y espero a que la otra persona continúe hablando porque es muy incómodo.

–¿Es fácil manipular a otra persona?

–Sí. Es tremendamente fácil si tenemos la capacidad de conocer a la otra persona. Con conocer me refiero a poder averiguar cuáles son sus miedos, sus incertidumbres, sus gustos… A través de todo ello y con el conocimiento que se tiene del cerebro, podemos hacer prácticamente lo que queramos con esa persona.

–En su libro cuenta una experiencia personal cuando trabajó en un bar. ¿Hay profesiones que nos hacen ‘expertos’ en comunicación no verbal?

–Sí, las hay. Se hizo un estudio y eran los jueces y los abogados los que más acertaban la mentira, pero era en torno al 54%, casi como tirar una moneda. Pero es verdad que las profesiones que necesitan contacto con el público te generan experiencias con diferentes perfiles y, al final, tu cerebro genera una base de datos de gestos y conductas que te va a hacer detectar que después de ese gesto, de esa actitud, va a venir la conducta.

–¿Saben manejar los políticos españoles la comunicación no verbal?

–No, no la dominan bien. Están siendo asesorados y aconsejados por personas que entienden algo, pero les falla cuándo y de qué manera la tienen que utilizar. Tienen que ser congruentes con lo que están verbalizando y no lo son en absoluto. De hecho, no generan cercanía ni confianza al transmitir. Al final, las personas que más están llegando en política son aquellas que pasan de su comunicación no verbal, a los que les da igual. Tienes a Javier Milei, a Donald Trump, que van a su rollo, y aunque son estridentes, son congruentes, generan autenticidad en los demás porque no están pendientes de lo que no deben de hacer.

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