Elecciones

Feijóo gana las elecciones pero no suma con Vox, Sánchez resiste

Alberto Núñez Feijóo saluda a los simpatizantes del PP desde el balcón de la sede del PP en Génova.

Alberto Núñez Feijóo saluda a los simpatizantes del PP desde el balcón de la sede del PP en Génova. / EFE

Aunque el PP ha ganado las elecciones, será extremadamente difícil formar Gobierno en España con los resultados de este 23 de julio. El bloqueo y la repetición de elecciones son posibles, también que Pedro Sánchez siga siendo presidente si le apoyan Sumar, los nacionalistas y todos los independentistas. Ya lo consiguió una vez. El candidato popular Alberto Núñez Feijóo ha ganado las generales, pero resultará muy difícil que sea elegido presidente del Gobierno por un Congreso en el que el bloque de derecha tiene menos diputados que el de la izquierda, incluido en este sector los nacionalistas e independentistas.

El PP ha obtenido 136 escaños y Vox, el partido con el que podría coaligarse, 33, con lo que la suma, de 169 diputados, es insuficiente para alcanzar la mayoría absoluta de 176. Incluso con el diputado obtenido por la Unión del Pueblo Navarro (UPN) o la abstención del parlamentarios canario, seguiría teniendo más votos en contra. Para ser investido presidente, el candidato necesita mayoría absoluta en una primera votación y simple en las siguientes, con lo que requieren más síes que noes. En estos momentos, y con los pactos anunciados, Feijóo no podría ser presidente, de no ser que consiguiese la abstención del grupo socialista. El candidato popular solicitó a Sánchez en la campaña que dejase gobernar a la lista más votada.

Pedro Sánchez tiene grandes posibilidades de seguir siendo presidente: si no, habrá repetición electoral

Y eso parece improbable si se considera que el resultado del PSOE ha sido mucho mejor que el esperado, aunque no haya ganado los comicios. Pedro Sánchez ha obtenido 122 escaños y su aliada en el Gobierno anterior, Yolanda Díaz, de Sumar, 31, son 151 diputados, pero el candidato socialista podría añadir más votos afirmativos y abstenciones en su investidura, tantos como la ser investido. Pero para ello necesitaría el apoyo del partido de Carles Puigdemont, fugado en Bruselas y con siete escaños en el Parlamento. Esto dejaría al futuro Gobierno de España en una situación de una tremenda debilidad ante un partido que tiene por líder a un huido de la justicia española y que propugna la independencia de Cataluña. El PP ha conseguido la mayoría absoluta en el Senado, lo que añadiría más inestabilidad si Sánchez logra gobernar.

La sorpresa de la jornada electoral la ha dado el PSOE de Pedro Sánchez. Como partido, ha obtenido 1,1 millón de votos más que en las municipales del pasado 28 de mayo, cuando muchos alcaldes socialistas fueron castigados por la gestión de Sánchez. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? Los únicos hechos destacables, que sin duda han operado en la decisión del voto, han sido los gobiernos de coalición que el PP ha formado con Vox en algunas comunidades, como Extremadura y Valencia. Eso ha podido llevar a la movilización de anteriores votantes socialistas, no muchos pero sí los suficientes para conducir a esta situación de bloqueo.

Puigdemont se convierte en árbitro, decidirá si se repiten las elecciones o si deja a Sánchez ser presidente

Sánchez ha obtenido dos escaños más que en las últimas generales, con lo que, de momento, tiene salvado el puesto de secretario general del partido. Si él no consigue ser presidente del Gobierno, es posible que las elecciones se repitan. Sus objetivos se han cumplido, porque consigue, de momento, un largo compás de espera en el que podrá seguir ejerciendo de presidente de la Unión Europea. Sánchez convocó comicios adelantados para el 23 de julio, en pleno verano. Aun así la participación ha sido alta, del 70,37%, 4,14 puntos más que en las últimas de 2019.

La Constitución no establece ningún plazo para que haya un candidato que se presente a una sesión de investidura. Una vez que el Rey haya designado a uno y se haya producido la primera votación, sí establece dos meses como período para alcanzar un acuerdo antes de que la legislatura se disuelva de modo automático y se convoquen elecciones.

Alberto Núñez Feijóo ha logrado ser el partido más votado y con más escaños, pero las altas expectativas le han pasado factura. Son 136 diputados, 47 más que los que obtuvo el anterior líder, Pablo Casado, se trata de un avance notable, pero insuficiente. A Feijóo también le ha fallado Vox, el partido de Santiago Abascal. El partido de la derecha populista ha perdido 19 diputados respecto a 2019, se queda en 33. Tanto Feijóo como Abascal habían aclarado durante la campaña que gobernarían juntos sin lo necesitasen.

El partido de Yolanda Díaz, Sumar, se queda como cuarta fuerza de la Cámara, con 31 diputados, son menos que los conseguidos por la suma que tenían en la legislatura anterior los partidos que integran esta nueva formación. Son siete diputados menos, pero si gobernase Sánchez tendrían garantizado la permanencia en el Gobierno.

ERC ha obtenido siete escaños, la misma cantidad que Junts, el partido de Puigdemont. Bildu tiene seis diputados, uno más que el PNV, el viejo partido nacionalista vasco que comienza a perder su hegemonía en la comunidad. El Bloque Nacionalista Gallego (BNG) consigue un sillón, los mismos que Coalición Canaria y UPN. 

   

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