Fue en 1995. En pleno apogeo de Carmen Sevilla como presentadora del Telecupón. La artista que había nacido en la capital andaluza se puso en contacto con un concejal del Ayuntamiento hispalense para realizar una gestión muy particular: la compra de una tumba en el cementerio municipal de San Fernando. Era un deseo de la actriz, el de descansar para siempre en la tierra donde se crió, que pudo tramitarse hace 28 años. Aunque ahora, una vez fallecida, se desconoce si se le dará uso. 

Desde que a última hora de la tarde de este martes trascendiera la muerte de Carmen Sevilla, todo lo que concierne a su funeral se ha desarrollado en la más estricta intimidad. Así lo ha decidido su hijo, Augusto Algueró. 

Por tal motivo, su velatorio, en el tanatorio del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, ha estado exento de la presencia de grandes personalidades y rostros conocidos. El único revuelo lo ha protagonizado el amplio número de profesionales de medios de comunicación que se han desplazado hasta las inmediaciones de dicho edificio para informar de cuanto ocurre. 

En la estricta intimidad

La voluntad de su hijo ha sido cuestionada por amigos íntimos de la actriz, que, respetando la decisión de Augusto Algueró Junior, consideran que Carmen Sevilla debía tener una despedida pública y acorde con la importancia de la que disfrutó en la gran y pequeña pantalla. Muchos de quienes compartieron momentos de intimidad con ella aseguran que a Carmen le hubiera gustado otro tipo de adiós, como el que se les organizó a compañeras y amigas suyas. Sirva el ejemplo de Lola Flores.

En este punto, conviene recordar uno de los deseos expresados por la actriz hace casi 30 años y que, en lo material, pudo cumplirse. Así lo recuerda Jaime Bretón, actual comisionado para el Polígono Sur. Bretón fue concejal de Fiestas Mayores y de Salud y Consumo en el Ayuntamiento de Sevilla a mediados de la década de los 90, en el gobierno local de coalición entre el PP y el Partido Andalucista. 

En aquel tiempo recibió una llamada muy especial, la de Carmen Sevilla. Se puso en contacto con él para cumplir un deseo: descansar para siempre en la ciudad que la vio nacer. "Carmen quería comprar suelo para una tumba en el cementerio municipal de San Fernando. Alguien le debió informar de que era un trámite complicado, puesto que este tipo de propiedades ya escaseaba por aquel entonces", recuerda Bretón. 

La llamada a un concejal

Debido a esta complejidad, decidió ponerse en contacto con el concejal responsable en aquellos momentos del cementerio para informarle de su deseo. En aquella época, las incineraciones eran aún minoritarias y el camposanto se estaba quedando sin espacio para los enterramientos en suelo. Se habían dejado reservados unos pocos metros cuadrados para "circunstancias excepcionales", como señala Bretón. 

Tras la petición cursada por Carmen, el Ayuntamiento gestionó la solicitud y la actriz compró la propiedad en el cementerio de San Fernando para su futura tumba. Hasta ahí recuerda Bretón, quien desconoce qué ocurrió a partir de entonces con tal pertenencia y el uso que se le ha dado.

Lo que queda claro es que cuando la artista sevillana disfrutaba de su segunda época de popularidad, tras la vuelta a la televisión en los 90 para presentar el Telecupón en Telecinco y convertirse en uno de los personajes más populares para las nuevas generaciones, expresó su deseo de descansar para siempre en Sevilla, la ciudad que le dio su apellido artístico y con la que no perdió el vínculo hasta que el alzhéimer la alejó de los focos.