Amaia Salamanca, radiante a los 30
Desde el nacimiento de su segundo hijo con el empresario sevillano Rosauro Varo, la actriz ha hecho un parón en su vida profesional para dedicarse de lleno a su familia
Amaia Salamanca sopló ayer las velas de su 30 aniversario. Lo hizo rodeada de los suyos, con la discreción que la caracteriza y ajena a todos los focos.
Es una de las actrices más elegantes del panorama nacional y así lo deja claro cada vez que pisa una alfombra roja, aunque verla posar en un photocall sea cada vez más complicado. No es amante de los grandes eventos (salvo casos puntuales como la pasada edición de los Goya) y huye de los paparazzi como alma que lleva el diablo, sobre todo desde que se estrenó como madre hace casi dos años. Muy celosa de su vida privada, esta guapa madrileña de ascendencia vasca logró conquistar hace casi seis años a uno de los roba corazones de la joven 'jet-set' andaluza, el empresario sevillano Rosauro Varo, conocido no sólo por su faceta empresarial sino también por su relación con Vicky Martín Berrocal o Eugenia Martínez de Irujo, entre otras. Desde que comenzó su noviazgo con Rosauro Varo, Amaia Salamanca ha sabido blindar aún más su vida privada y, aunque en ocasiones ha posado para los medios junto a su pareja (como en el nacimiento de la primera hija en común, la pequeña Olivia, que vino al mundo en abril de 2014), lo cierto es que en pocas ocasiones se ha dejado ver en público junto a su familia.
Desde que nació el segundo hijo de la pareja a finales del pasado verano, Amaia ha dado un paso atrás en su profesión para dedicarse de lleno a su familia, de la que se siente orgullosa. Aunque se le llena la boca al decir que Rosauro es el hombre de su vida, asegura que no piensa en boda y se sigue ruborizando cuando los periodistas le preguntan por ello.
Aunque está apartada temporalmente de la interpretación, un mundo al que por cierto llegó casi por casualidad ya que sus inicios estuvieron marcados por la publicidad, esta guapa actriz sigue mirando de reojo a la pequeña pantalla, a la que espera volver pronto.
No es de extrañar que quiera incorporarse a la tele, ya que ha sido en ella donde Amaia Salamanca ha cosechado sus mayores logros. Fue Telecinco la que se encargó de catapultar su carrera hace ahora ocho años con el papel de Cata, la protagonista de Sin tetas no hay paraíso, una serie a la que han seguido otros papeles de éxito en Gran Hotel, Velvet o la miniserie sobre el Rey Felipe VI.
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