Pasarela

El Barrio Loco: un menú de 64 platos, 8 cócteles por 6 restaurantes

  • Albert Adriá y Bacardi Innovation Lab crean una experiencia itinerarnte por los restaurantes de El Barri

Caricatura con motivo de El Barrio Loco de Albert Adriá y los chefs de El Barri

Caricatura con motivo de El Barrio Loco de Albert Adriá y los chefs de El Barri / S.R.

En su momento Ferrán Adriá acuñó la reflexión de que la calidad de una buena comida se sobreentiende en cualquier restaurante, es una obligación básica; lo que distingue a un local es la experiencia diferente que pueda brindar. De este concepto surgieron el resto de proyectos herederos de El Bulli, reunidos en los locales barceloneses de El Barri. Los Adriá y el Grupo Iglesias han creado un reguero de restaurantes renovadores que en esta semana se han unido en una experiencia única, El Barrio Loco, donde los comensales han recorrido los ochos espacios de estos seis restaurantes que atesoran cuatro estrellas Michelin. Desde el ya veterano Tickets al último incorporado, Enigma, que ya cuenta con una estrella. Esta iniciativa itinerante de Albert Adriá en Barcelona está respaldada por el Bacardi Innovation Lab, proyecto conjunto con la compañía de bebidas con el que se ha creado un centro de experimentación de coctelería en el local 41º, trastienda canalla de Enigma.

Los 260 comensales de esta primera noche de El Barrio Loco comprobaron de una tacada, de restaurante en restaurante, un compendio de la gastronomía de El Barri y una selección de cócteles con bebidas del laboratorio de Bacardi para acompañar la recopilación de tapas y bocados. Un menú de 64 platos, 8 cócteles en sendos espacios de El Barri, y un recorrido gustativo desde lo más tradicional, como jamón ibérico con pan con tomate, como el que se sirve la sincera Bodega 1900, hasta el air pancake de Enigma. ¿Cuánto se tarde en cumplir con tamaña hazaña gastronómica por comensal? Cuatro horas, incluidos los traslados a pie, con turnos por grupos.

“No sé si hay otra experiencia igual en el mundo, con tanta intensidad. Vamos más allá de la sensación, de la tapa y el cóctel, buscamos la mayor sorpresa y no hay comensal que se pueda quedar indiferente”, explica Albert Adriá. Como ejemplo, la bañera llena de cerezas en gelatina de licor Saint Germain (bebida de flor de saúco), con pétalos de rosas, en la foto de abajo. O el árbol colocado en el centro de La Dolça, el espacio de postres de Tickets, de donde penden fresas bañadas en nube de flor de saúco.

Cerezas con licor Saint Germain Cerezas con licor Saint Germain

Cerezas con licor Saint Germain

En la ruta resumida estos fueron algunos de los platos servidos. En Tickets se ofreció también air baguette de rubia gallega, pulpo picante o minichapata de anguila ahumada  (foto de abajo), acompañado del cóctel shed, con Bombay Sapphire y palo cortado jerezano. En La Dolça, con vellut (Dewars 12, lima e hibisco), se tomó rosa con ámbar, granizado de lima con caipirinha o pistachos en tempura. En el oriental-peruano Pakta, nigiris de holoturia y de waygu y causas de salmón y de pollo, con masato punch, cóctel a base de sake y mirin.

Minichapata de anguila Minichapata de anguila

Minichapata de anguila / S.R.

El recorrido prosigue por los dos mejicanos de El Barri. En Niño Viejo, con elote (combinado de tequila, jugo de maíz y Saint Germain), guacamole, pizza César, taco al pastor o mejillones vuelve a la vida. En Hoja Santa, nubes de tequila, taco vegetal o quesadilla de ceps, con maridaje de una margarita pastor, con tequila infusionado en caldo de cerdo y aire de cilantro.

En Bodega 1900, con coupage de Martini, 'oliva-s', navajas o anchoa. En Enigma, cóctel ahmar con miroir de daikon y ostra con tucupí; y de remate, en el 41º palomita helada o perfume de vermut para tomar con colibrí (Grey Goose con eneldo, zanahoria y canela).

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