Más allá de su fresca belleza, Martina Klein es una mujer madura con la que resulta un placer conversar. Junto a un compañero de evento como el futbolista Cesc Fábregas, la modelo y actriz -que ha protagonizado recientemente la versión cinematográfica de su serie, Águila roja-, se confiesa una enamorada de las nuevas fragancias de Ángel Schlesser y, cómo no, de su chico, el ex tenista, Álex Corretja.
-Ya que la cosa va de fragancias, ¿por cuáles se decanta usted?
-Suelo usar aromas fresquitos. Este nuevo de Flor de Naranjo de Schlesser me va bien porque tiene cítricos con un toque de vainilla que permite utilizarlo a cualquier hora del día.
-¿Se fija mucho en los olores de la gente?
-Bueno, puede halagar si son buenos pero se nota demasiado si se está mal perfumado. En los hombres, por ejemplo, me gusta algo masculino y fresco. Dulzones, no aunque, por otro lado, nada que sea demasiado invasivo.
-¿A qué huele el amor?
-A cosquillas en la tripa. Me recuerda al verano, a la playa, a la crema después de la ducha...
-Por lo visto se encuentra muy enamorada...
-Sí. Mucho. Es un sentimiento ése importante. Debes aprender a vivir sin él pero, si lo tienes, es mucho mejor.
-De todos modos, dicen que nada es comparable al perfume de los niños, ¿verdad?
-Sobre todo cuando son bebés. Es maravillosa la sensación de oler el cuello o la tripita.
-Su hijo, metafóricamente, ¿a qué le recuerda?
-A las galletas. Da gustito morderle porque huele a dulce.
-¿Y usted misma? ¿Qué fragancia piensa que desprende?
-(Piensa) A naranja quizás. Ácido pero también azucarado (risas).
- Muy pronto llegan las vacaciones... ¿Algún proyecto para esta época estival?
-Ha sido un año intenso con lo que, relajarme y el mar... Pasaré parte del tiempo en España y, posiblemente, salga. Iré y vendré pero sin muchos planes previos.
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