Carolina de Mónaco: cuando la suplente supera a la titular
Crisis matrimonial en el Principado
La hermana de Alberto II ha recuperado su agenda oficial en ausencia de la princesa Charlene.
Los medios europeos hablan de la felicidad de Carolina al recuperar el primer plano en el Principado.
A falta de Charlene de Mónaco, quien continúa en Sudáfrica recuperándose de una grave infección otorrinolaringológica, la princesa Carolina la ha sustituido las últimas semanas como primera dama del Principado.
La semana pasada, la princesa Carolina presidió junto a su hermano la Gala por la Salud del Planeta, con Sharon Stone como invitada de honor, mientras que unos días antes tanto ella como su hija mayor, Carlota Casiraghi, acompañaron a la Exposición Canina Internacional de Mónaco a los príncipes Jacques y Gabriella, los hijos mellizos de Alberto y Charlene.
Carolina y Alberto de Mónaco volvieron a coincidir en un acto oficial el último fin de semana. Los dos hermanos presidieron la inauguración de tres plazas en Larvotto, uno de los barrios con más solera del Principado. Vestida con un conjunto de falda y chaqueta en color crema de Chanel, su firma de cabecera, la princesa recuperó el primer plano y, con él, las alabanzas a su buen gusto y elegancia.
La prensa del corazón europea ya tiene servida nueva polémica en torno a la crisis del matrimonio del príncipe Alberto con Charlene quien, según se rumorea, nunca se ha llevado todo lo bien que cabría esperar con sus dos cuñadas, Carolina y Estefanía. De hecho, en 1994 el soberano monegasco concedió una entrevista en la que dejó este aspecto bien claro, antes por supuesto de la llegada de Charlene: "La parte más difícil (cuando elija una esposa) seguirá siendo que mis hermanas la acepten. La cantidad de mis infelices novias que estas dos despedazaron..."
La primera dama del Principado, en ausencia de la esposa de su hermano, vuelve ahora a ser Carolina, con la que el príncipe monegasco ha protagonizado un reencuentro, al igual que con su otra hermana, Estefanía. Todo apunta, además, a que Carolina estaba ansiosa por recuperar su agenda oficial y, de paso, disfrutar de este espacio de notoriedad. Estos últimos diez años en los que Charlene la eclipsó han sido, como se comenta en los corrillos de Mónaco, una tortura para ella ya que dejó de acaparar flashes y portadas de moda con sus encomiables modelitos.
La revista alemana Frankfurter Rundschau y la francesa Voici ya han señalado en enl pasado la profunda rivalidad existente entre Carolina y Charlene, acrecentada por la falta de cercanía y empatía que ambas han demostrado en sus apariciones públicas. Algunos señalan, por si fuera poco, a una campaña de descrédito contra Charlene orquestada por la hija mayor de Grace Kelly y Rainiero. Pero, ¿hasta cuándo seguirá ejerciendo Carolina de sustituta, en el lugar de la titular?
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