Pasarela

El incansable trabajo de Doña Sofía

  • La Reina Emérita se encuentra de gira por España conociendo los Bancos de Alimentos

  • Delgada y en forma, el lunes cumplirá 82 años

La Reina Emérita, a su llegada a Las Palmas de Gran Canaria, rodeada de las autoridades.

La Reina Emérita, a su llegada a Las Palmas de Gran Canaria, rodeada de las autoridades. / Efe

La Reina Sofía está imparable. Aunque ya no pertenece a la primera línea de la Familia Real española, su actividad solidaria continúa, y es más necesaria que nunca. Cualquiera diría que el próximo lunes cumplirá 82 años. Lejos de quedarse en el palacio de La Zarzuela, la madre del Rey Felipe ha iniciado una serie de viajes por toda España para defender algunas causas nobles. Este jueves, por ejemplo, vestida de manera juvenil y colorida, visitó el Banco de Alimentos de Las Palmas de Gran Canaria.

Doña Sofía inspecciona las reservas de alimentos en el almacén de Las Palmas. Doña Sofía inspecciona las reservas de alimentos en el almacén de Las Palmas.

Doña Sofía inspecciona las reservas de alimentos en el almacén de Las Palmas. / Efe

Doña Sofía no tiene inconveniente en salir de los márgenes seguros de su residencia y coger aviones para visibilizar las causas solidarias que defiende desde hace décadas. Representa a la Fundación Reina Sofía, de la que es presidenta de honor, con la cual apoya esta iniciativa de los Bancos de Alimentos, además de su inmensa labor en la investigación contra el Alzheimer desde hace más de 40 años.

Ni su edad ni las circunstancias sanitarias, teniendo en cuenta que ella pertenece al sector de la población de riesgo, la paran. Un hecho que llama mucho la atención y que la honra especialmente. Cabe recordar también su empeño ecologista, que viene de lejos, pero que se ha intensificado en los últimos tiempos, como cuando el pasado verano liberó una tortuga en aguas mallorquinas o cuando se convirtió en voluntaria para recoger basura de una playa en la localidad malagueña del Rincón de la Victoria.

En estos convulsos tiempos de crisis sanitaria y económica, la Reina Emérita ha decidido 'echarse a las calles', no encerrarse, a raíz de la marcha de su marido, el Rey Juan Carlos, a Emiratos Árabes Unidos. Después de casi tres meses de ausencia, y aunque dicen que habla con él casi a diario y que le echa de menos, Doña Sofía sigue adelante y cuenta con el apoyo de los suyos y el cariño de los españoles ganado a pulso.

Atendiendo a los periodistas, a su salida del Banco de Alimentos de Las Palmas este jueves. Atendiendo a los periodistas, a su salida del Banco de Alimentos de Las Palmas este jueves.

Atendiendo a los periodistas, a su salida del Banco de Alimentos de Las Palmas este jueves. / Efe

Delgada, en forma y con energía de sobra. Doña Sofía es dueña de un estilo que no tiene nada que ver con el de nuestras antiguas abuelas. La Emérita se mueve cómodamente con pantalones, acompañados de chaquetas de colores y vistosos pañuelos al hombro, como el que lució este jueves en Las Palmas. Por supuesto, nunca le falta un bolsito pequeño e incluso suele colgarse el móvil al cuello sujeto con una cadena, tendencia que muchas jóvenes practican. La coquetería le sobra en los múltiples collares, pulseras y anillos con los que se adorna casi siempre, con preferencia por los populares 'ojos turcos o griegos' de la buena suerte.

Ajena a las polémicas y mientras se aguarda la publicación de las últimas memorias de Juan Carlos I escritas por Pilar Eyre (Yo, el Rey saldrá a la venta el próximo 12 de noviembre), su esposa prosigue trabajando de forma leal en las causas benéficas que siempre ha defendido y antepone la Corona española a cualquier otro asunto.

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