Charlize Theron bailando sevillanas parece una estampa que solo podría salir del guión de una película. Pero a veces la realidad supera a la ficción. Y lo cierto es que en la vida real la actriz de Hollywood se defiende taconeando estupendamente. No en vano aprendió de niña en una academia de Sudáfrica, su tierra natal, con una maestra de Granada. Ver para creer.

Es más, quizás dentro de poco veamos a Charlize participando en una nueva serie documental producida por Juan Lebrón en la que se fundirán contenidos remasterizados de las películas Sevillanas y Flamenco, de Carlos Saura.

Se trata de un proyecto realizado con motivo del 20 aniversario de la Expo 92 de Sevilla. Este año, además, se cumplen los 20 del estreno de Sevillanas. Con un presupuesto de 1,5 millones de euros, esta iniciativa también contará con la presencia del cantante y poeta Leonard Cohen, el poeta José Manuel Caballero Bonald, la bailaora Sara Baras y el cantaor Miguel Poveda.

Entretanto se concreta la participación de Theron en el nuevo trabajo de Lebrón, lo que sí es seguro es que la actriz, que recientemente ha sido madre, cumple con todos los requisitos para intervenir en esta serie cuyo hilo conductor será el baile flamenco. Es una disciplina que conoce bien, pues la aprendió en los suburbios de Johannesburgo, en los cuales creció y donde recibió clases desde los 6 a los 12 años.

Fue su madre quien se empeñó en que aprendiera algún tipo de danza. Y la academia de la bailaora granadina era la que estaba más cerca de su casa. Una casualidad que la ligó a España y a sus costumbres para siempre.

Poco después, a los 16 ó 17 años, Charlize se marchó a Milán, donde arrancó su fulgurante -y corta- carrera como modelo.

En Nueva York, coincidiendo con alguno de sus trabajos en el mundo de la moda, llegó a estudiar tambien ballet clásico. Aunque su elevada estatura (mide 1,77 metros) y una lesión en el tobillo le obligaron a abandonarla y a encaminar sus pasos hacia el mundo de la interpretación.

Pero quienes creen que ver a Charlize Theron con el traje de flamenca sería una novedad (no hay más que fijarse en la foto pequeña de esta información para comprobar que no), deberían recordar la escena de la película El abogado del diablo (1997) en la que la actriz entra a un local de flamenco y se marca unos pasos. En este thriller satánico en el que comparte protagonismo con Al Pacino y Keanu Reeves, Charlize no es que se ponga el traje de faralaes, pero demostró al director, Taylor Hackford, que no le hacían falta dobles para remangarse la falda. Sará casualidad, pero esta película fue precisamente la que la lanzó definitivamente al estrellato.

En el nuevo proyecto relacionado con el flamenco y en formato divulgativo en el que podría participar, está previsto que la oscarizada actriz de Monster (2003) interprete a una avanzada alumna en plena clase magistral de la maestra Sara Baras. Miguel Poveda podría cantar las sevillanas que Charlize se arrancaría a bailar. Una mezcolanza de arte, intimismo y espectáculo que sintetiza a la perfección la esencia del flamenco. Con olor a Hollywood.