Alergias

¿Es posible transmitir una alergia de padres a hijos?

¿Es posible transmitir una alergia de padres a hijos?

¿Es posible transmitir una alergia de padres a hijos?

Con la llegada de la primavera se manifiestan más la alergia al polen y al polvo. La alergia constituye una auténtica ''epidemia'' en los países desarrollados en el siglo XXI. En los últimos años, además, esta condición está aumentado considerablemente debido a varios factores de la 'vida moderna' que tienen que ver con la alimentación y la contaminación. Ésta última provoca que las plantas activen un sistema de defensa que provoca que el polen sea más duro y por tanto los efectos que provoquen en personas alérgicas sea más violentos en individuos hipersensibles por la acción de determinadas sustancias, especialmente ambientales.

Asimismo, la ciencia y los profesionales médicos han observado durante muchos años como los hijos de padres alérgicos tenían una mayor probabilidad de sufrir alergias. Además, esta observación era más pronunciada si ambos padres presentaban el mismo tipo de alergia. Por ejemplo, si un progenitor padece alergia, la posibilidad de que su bebé se vea afectado es del 20 al 40%; si ambos están afectados, entonces aumentará del 40 al 60%. Entonces, ¿existe un componente genético o hereditario que se transmite de padres a hijos?

LA ALERGIA NO ES GENÉTICA

Parece más probable que los factores ambientales desempeñen un papel relevante en el desarrollo de las alergias. Los más importantes serían la exposición al humo del tabaco (tanto de forma activa como pasiva), en especial en las etapas más precoces del desarrollo; los agentes contaminantes atmosféricos; la exposición a alérgenos y a agentes microbianos.

Pero no hay que olvidarse de que numerosos avances realizados en el campo de la genética de estas enfermedades han revelado la asociación de múltiples genes, cada uno de los cuales aporta un pequeño riesgo para desarrollar la enfermedad.  En este sentido, las enfermedades complejas entre las que se incluyen las de base alérgica (asma, rinitis, dermatitis) presentan un acúmulo familiar que sugiere la existencia de una predisposición genética.

Sin embargo, este claro componente hereditario debe conjugarse con una serie de factores ambientales para que tales enfermedades se manifiesten. En otras palabras,  esta predisposición debe verse favorecida por factores ambientales que decanten la balanza hacia tolerancia o alergia. A esto hay que añadirle factores epigenéticos capaces de influir sobre la expresión génica.

La importancia de otros factores en su desarrollo

Ya que las alergias tienen un factor genético, si ese factor es transferido a través de los óvulos o espermatozoides, se puede heredar una predisposición alérgica, pero deben sumarse otros factores. Si se suman varios factores de predisposición, los hijos pueden desarrollar la enfermedad.

Pese a ello, y aunque está aceptado que existe un claro factor hereditario de predisposición a desarrollar alergias, hay otros factores ambientales que pueden revertir su influencia. Para poder evaluar el nivel de impacto de todas estas medidas, es necesario identificar qué factores genéticos son importantes en el desarrollo de las alergias.

Las enfermedades genéticas tienen la ventaja de que se puede identificar el gen (o genes) que sufren la mutación que tira la primera pieza y causa un efecto dominó en el organismo hasta provocar la manifestación de los síntomas. En ocasiones, conocer el gen responsable no significa que se pueda curar, pero se pueden desarrollar tratamientos que atajen las consecuencias de la mutación se tenga una menor predisposición a desencadenar la enfermedad inicial.

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