Siete de los nueve miembros del jurado ha considerado a Abel M., conocido como El Moco, culpable de matar a Dolores Ortiz, Loli, en la madrugada del 1 de febrero de 2020 en la plaza Blas Infante de San Juan de Aznalfarache. Ambos, según el veredicto señala como hecho probado por unanimidad, habían mantenido una relación sentimental durante varios años hasta 2009, "aunque sin convivir" y que ella tenía otra pareja en el momento de la muerte. Sin embargo, como los dos eran toxicómanos, frecuentaban lugares de consumo y venta de droga, aunque según el veredicto, "Loli evitaba encontrarse con Abel para que no le quitara la droga o le robara el dinero que llevaba", hecho que ha sido considerado probado por unanimidad por los miembros del jurado.

Del mismo modo, el Jurado mostrado su acuerdo unánime en considerar como cierto que unidos meses antes El Moco agredió a Loli en una calle del municipio "dándole golpes y empujones porque decía que se había quedado con dinero droga del acusado".

Según el veredicto, la noche del 31 de enero Loli estaba en la plaza de Blas Infante consumiendo droga, sentada o recostada contra un murete "cuando una persona se le acercó y le golpeó fuertemente en la cara", primero, y posteriormente "volteándola o dándose ella la vuelta, la golpeó repetidamente en el suelo" hecho que ha sido probado por unanimidad. Por una mayoría de ocho votos de los miembros del jurado, este ataque fue "por sorpresa y la cogió desprevenida y sin posibilidad de defenderse" y que el atacante le dio muerte "causándole deliberadamente un dolor y sufrimiento innecesario". 

Asimismo, el jurado ha considerado probado por unanimidad que Abel M. "es un adicto de larga duración" y que su voluntad "se ve afectada de forma importante cuando consume o intenta conseguir droga". Los nueve miembros del jurado señalan que la víctima "era objeto de amenazas y sustracciones de dinero y droga por parte de Abel".

Tras la lectura del veredicto, la fiscal ha solicitado para Abel M. la pena de 21 años de cárcel por un delito de asesinato "al haber apreciado el jurado tanto la alevosía como el ensañamiento", a los que suma los 9 meses por el maltrato de obra y el año y los tres meses por el delito de maltrato habitual, aplicando la atenuante de drogadicción. Las acusaciones particulares - ejercidas por la hija, por un lado, y el hermano y la madre por otro- han pedido 21 años de cárcel por el asesinato, dos años por maltrato habitual y seis meses por el maltrato de obra.