Paternidad

Demanda a los sobrinos de un magnate de Menorca para reclamar una herencia multimillonaria

  • El juzgado ha ordenado que se exhumen los restos de los supuestos abuelos de la mujer, residente en Málaga, ya que el cuerpo de su padre fue incinerado

  • "El ADN nunca falla"

El abogado Fernando Osuna representa a la demandante

El abogado Fernando Osuna representa a la demandante / Cabalar (Efe)

Una mujer de 77 años residente en Málaga ha demandado a los dos sobrinos de un magnate de Menorca, uno de ellos sevillano, para reclamar la multimillonaria herencia que les dejó su tío alegando que el hombre en cuestión es su padre biológico. Según afirma Fernando Osuna, el abogado que la representa en esta causa, la demandante nació en 1945 fruto de una relación de noviazgo, pero no conyugal, entre su madre y el millonario, que después no aceptó el embarazo.

Como suele ocurrir en estos casos, la parte demandante pidió la exhumación del supuesto padre para proceder con el correspondiente análisis de ADN y así comprobar si la mujer es hija del hombre, pero en este caso ha habido que dar un rodeo porque el cadáver ya había sido incinerado. Por eso el juzgado que lleva la demanda, en Menorca, ha acordado que se exhumen los cuerpos de sus padres, es decir, los presuntos abuelos de la mujer. También ha prohibido la incineración y la manipulación de esos restos óseos mientras no se proceda a la práctica de la exhumación y la recogida efectiva de muestras biológicas.

Esa medida se ha tomado después de que los hermanos del fallecido, los supuestos tíos de la reclamante y padres de los sobrinos demandados, se negasen a hacerse la prueba del ADN.

En caso de que la justicia le dé la razón, la mujer se convertiría en heredera forzosa y arrebataría toda la herencia a sus presuntos primos, ya que el padre murió soltero y no tuvo más hijos. Y no es pecata minuta lo que dejó el hombre. Entre su legado, repartido entre Menorca, Barcelona y Sevilla, figuran palacios, tierras rústicas, viviendas, joyas, obras de arte, empresas y, por supuesto, metálico en bancos.

El hombre no reconoció el embarazo porque la pareja no estaba casada

El multimillonario era natural de Menorca y también vivió en Barcelona. Fue allí donde conoció a la mujer, una profesora de idiomas bastante más joven que él que se había establecido en la Ciudad Condal después de pasar gran parte de su infancia en el extranjero. La relación perduró hasta que ella se quedó embarazada. En aquella época, mediados de los años 40, estaba socialmente mal visto que una pareja tuviese un hijo sin haberse casado, a lo que hay que sumar que la joven apenas había cumplido la mayoría de edad. Por eso se distanció la pareja y ella tuvo a su hija como madre soltera.

De todas formas, y ahí halla la defensa otro argumento para la demanda, alguien medió para que el magnate acabara dando dinero a la mujer e incluso haciéndose cargo del colegio de la menor.

Este y otros datos son aportados por Osuna en su demanda, que incluye el certificado de nacimiento, el intercambio de cartas entre el padre y la madre o de otros familiares y amigos reconociendo el embarazo, las notas del colegio de la niña con el apellido paterno, las aportaciones económicas del millonario a la madre y a su hija y, por último, fotografías que revelan el "gran parecido físico" entre la demandante y su supuesto padre biológico.

"Los derechos de la hija son mucho más sólidos que los de los sobrinos", asegura Osuna.

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