La llegada del calor y los días de verano están relacionadas con periodos de descanso y vacaciones, pero también con el aumento de los incendios forestales. Como cada año, la Fiscalía General, a través de la Sala de Medio Ambiente ha recordado a todos los miembros del ministerio público especializados en esta rama, la obligación que tienen los consistorios con término forestal de tener un plan de prevención.

Los fiscales de medio ambiente acordaron en su reunión anual acentuar la vigilancia sobre la existencia o no de estos planes, especialmente en aquellos lugares donde son frecuentes los incendios. El pasado verano la Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado inició una invesitgación en 151 municipios de cinco comunidades autónomas. Como resultado de este estudio se descubrió que la mayoría de estas poblaciones, o bien carecían de plan o este era insuficiente.

De este modo, insta a los fiscales territoriales de Medio Ambiente que, en el caso de grandes incendios se hagan "las investigaciones oportunas en orden a la existencia de dichos planes". Esto se tendrá en cuenta a la hora de valorar, en caso de falta de aprobación de los planes de prevención, la incidencia que esta circunstancia haya tenido en el resultado final de los daños causados por el incendio.

Asimismo, la Fiscalía ha remitido a cada fiscal delegado de Medio Ambiente los puntos de alto riesgo de incendios detectados por la Guardia Civil para que se les informe a los responsables y estos puedan tomar las medidas correspondientes. Se trata, sobre todo de vertederos, líneas eléctricas, líneas de ferrocarril o campamentos infantiles y juveniles.