Cinco años después de la batalla campal entre ultras del Sevilla F. C. y de la Juventus de Turín en la taberna El Papelón de la calle Reyes Católicos, se ha celebrado el juicio donde cinco de los seis acusados han reconocido los hechos y, además, han negado ante el tribunal la presencia en la reyerta de un sexto procesado, Alberto O. Asimismo, estos cinco han abonado 12.000 euros al ciudadano belga que fue apuñalado,, Morgan A. T. en concepto de reparación del daño, por lo que la fiscal -que ha solicitado para los seis la aplicación de dilaciones indebidas-  ha rebajado sustancialmente la petición de pena, dejándola en dos meses por el delito de riña multitudinaria, siete meses de prisión por alteración de orden público y multa de 720 euros por los daños causados. Para el sexto acusado, Alberto O., mantiene la petición de tres años y nueve meses de cárcel, con la aplicación de la atenuante de dilaciones indebidas. 

La defensa de Alberto O. ha insistido en la imposibilidad de identificarle solo con los fotogramas de las cámaras de vigilancia de la zona y de los ciudadanos que grabaron con sus móviles el tumulto. De hecho, el instructor del atestado policial tuvo dificultades para reconocerle cuando le mostraron las fotos reproducidas en el sumario del juicio, "porque no es lo mismo verlas reproducidas en el papel que en la pantalla del ordenador", explicó. En cualquier caso, aseguró que existen imágenes del acusado en el entorno del Papelón, "como en segunda fila" y "tenia actitud de intimidar".

El acusado no ha reconocido los hechos, que aseguró ante el tribunal "conocer por la prensa y por las redes sociales" a pesar de que, como ha declarado, en esos años "era uno de los representantes de los Biris y cuando pasa algo como esto siempre tiran de los conocidos". Explicó que se encargaba de los tifos y de la organización de los viajes. Incluso aseguró ante el tribunal que cada vez que había altercados o algún encuentro que iba a ser "peligroso", "el comisario se reunía conmigo para intentar sacarme información". A preguntas de la fiscal sobre lo que hizo ese día, respondió que fue de compras por el centro de Sevilla y, más tarde, a casa de sus padres. 

La Policía detuvo inicialmente a 14 jóvenes por esta multitudinaria pelea, de los que 12 de ellos fueron puestos a disposición judicial. La juez decidió entonces dejarlos en libertad a todos, al entender que en ese momento de la investigación no se podía identificar al autor del apuñalamiento al ciudadano belga. La juez decidió además informar al Sevilla para que el club "adopte las medidas que considere oportunas respecto de los socios aquí detenidos".

Varios meses después de la pelea, la Comisión Estatal Contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte impuso duros castigos de 60.001 euros y cinco años sin acceder a recintos deportivos a cada uno de los 14 hinchas del Sevilla que agredieron a aficionados de la Juventus en la taberna el Papelón de Reyes Católicos.