Tráfico ilegal de extranjeros

Absueltas dos acusadas de ceder su pasaporte para varias entradas en España

  • La Fiscalía retiró la acusación por un error formal y por ausencia de la testigo que destapó el caso

  • La acusada de prestar su pasaporte cuando estaba dando a luz en Sevilla culpa a su compañera de piso

Una menor de edad voló de Buenos Aires a Madrid y llegó a Sevilla en autobús

Una menor de edad voló de Buenos Aires a Madrid y llegó a Sevilla en autobús

Dos ciudadanas bolivianas que inicialmente se enfrentaban a 7 años de cárcel por tráfico ilegal de extranjeros, al permitir que su pasaporte fuese usado cinco veces para entradas irregulares en España, han resultado absueltas al faltar la testigo que denunció el caso y por un error formal.

La primera acusada, Marianela P.M., resultó absuelta por falta de pruebas hace unos años y la segunda, Liz Karent C.G., fue absuelta de viva voz en el juicio que este martes celebró la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, después de que la Fiscalía retirase su acusación.

Ambas estaban acusadas de ceder su pasaporte y permiso de residencia en España a cinco personas que entraron irregularmente en el país en vuelos procedentes de Buenos Aires.

En el atestado policial se hacía referencia a otras dos jóvenes bolivianas menores de edad que entraron en España usando el pasaporte de una niña argentina, aprovechando que los ciudadanos de ese país no precisan visado de entrada. La mayoría de esas siete personas acabaron empadronadas en dos domicilios del barrio de la Macarena.

Liz Karent declaró este martes al tribunal que ella misma no facilitó su pasaporte a nadie pero una compañera de piso en Sevilla, de nombre Eugenia, le pidió que se lo cediese y se negó. Afirmó a los jueces que esta persona se apoderó de sus documentos cuando ella se encontraba, en marzo de 2009, ingresada en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla para dar a luz.

Cuando regresó a la vivienda que compartían en el barrio de la Macarena vio que se había instalado allí Evelyn A.M., sobrina de Eugenia. “Entonces lo entendí, discutimos y le pedí que se fuera de casa”, afirmó Liz Karent al tribunal.

Eugenia fue quien acudió a la Policía a denunciar el intercambio de pasaportes y durante mucho tiempo tuvo la condición de testigo protegido pero hoy no acudió a la cita para declarar por videoconferencia desde Ibiza.

La joven que usó el pasaporte, Evelyn, compareció también por videoconferencia pero no pudo aportar datos al tribunal: manifestó que cuando viajó a España era menor de edad y que le acompañaba una señora a quien no conocía de nada y que era quien custodiaba los documentos. Afirmó que Eugenia “había enviado unos papeles a Bolivia” y que, tras aterrizar en Barajas desde Buenos Aires, se desplazó en autobús de Madrid a Sevilla y fue Eugenia quien la recogió en la Estación de Autobuses de Sevilla. 

Ante la falta de pruebas y el defecto formal de que el auto de PROA dictado por el juzgado de instrucción número 5 no incluía el único viaje cuya falsedad estaba documentada, puesto que Liz Karent se encontraba en ese momento hospitalizada en un hospital público de Sevilla, la Fiscalía retiró su acusación y el presidente del tribunal dictó de viva voz una sentencia absolutoria.

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