La Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla ha condenado, tras un acuerdo entre las partes, a dos años y medio de cárcel por tenencia de armas de guerra y un delito contra la salud pública. La Fiscalía, que en prinicipio solicitaba ocho años de prisión, ha tenido en cuenta la atenuante muy cualificada de drogadicción para rebajar la petición de condena.

La policía encontró debajo del sofá de José B. O. un subfusil MP-28 considerado como "arma de guerra" con munición para su uso después de que el 21 de noviembre de 2021 varios vecinos de Los Pajaritos avisaran de que había un joven llevando "lo que parecía un arma de fuego" desde La Candelaria a Los Pajaritos. Incluso hubo vecinos que lo grabaron.

La Policía paró al acusado poco después y le pidió que entregara el arma y en un primer momento les dijo a los agentes que era "una defensa extensible" y después "un láser eléctrico". Sin embargo, una vez que pudieron analizar el vídeo "proporcionado por un vecino que no quiso identificarse por miedo, se pudo comprobar que, efectivamente, el acusado parecía portar una pistola".

En enero de 2022, una vez que la Policía Nacional consiguió la autorización judicial, registró el domicilio de José B. O. y encontró debajo de un sofá un subfusil, considerado como un arma de guerra con la culata recortada y cargado con seis cartuchos  además de tres cartuchos y un cuchillo de caza en el dormitorio principal.

Los agentes también encontraron un kilo de hachís destinado "al consumo de terceras personas", constando que el inculpado "padece adicción a la cocaína y al cannabis desde los 18 años".

Tras el acuerdo alcanzado entre las partes, el tribunal ha condenado a José O. B. a dos años de cárcel por el delito de tenencia de arma de guerra y a seis meses y una multa de 6.000 euros por un delito contra la salud pública.