La fiscal del caso de la niña de tres años que falleció en el hospital de Écija en septiembre de 2022, a los pocos días de ser operada de amígdalas, ha solicitado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad que cite a tres médicos del centro sanitario, además de la doctora que ya declaró como investigada hace unas semanas, para que expliquen su actuación durante los días que la menor tuvo que acudir a sus consultas.

Según ha informado Fernando Osuna, el abogado que representa a la familia de la víctima, la representante del Ministerio Público también ha solicitado al Instituto de Medicina Legal que los forenses elaboren un informe pericial "con el fin de determinar la relación de causalidad entre la cirugía y la posterior asistencia sanitaria" recibida por la pequeña entre el 19 de septiembre y el 2 de octubre de 2022. En ese informe también deberán valorar "la actuación médica-quirúrgica de los profesionales implicados" y establecer si fue "conforme o no" a la praxis médica.

El juzgado ecijano está investigando si existió una posible negligencia en la muerte de la niña, que falleció en el Hospital de Alta Resolución de la localidad astigitana tras ser operada de amígdalas. Según el informe clínico, el motivo fue una "encefalopatía hipóxico-isquémico (muerte encefálica)" cuya causa se debió al shock hemorrágico derivado de la operación de amigdalectomía con adenoidectomia a la que fue sometida.

El abogado Fernando Osuna reclama que se investigue qué pasó desde que el 19 de septiembre los padres llevaron por primera vez a la niña hasta el 24 de septiembre, cuando se produjo la hemorragia y la muerte cerebral, porque si se produjo la hemorragia "es porque algo falló" en la intervención, precisó entonces.

La familia acusa al hospital de un posible delito de homicidio por imprudencia después de que su hija tuviese que acudir hasta tres veces a Urgencias porque su salud empeoró radicalmente después de la intervención. De acuerdo con el informe pericial encargado por el abogado de la familia, de 80 páginas, los "desaciertos" supuestamente cometidos por los profesionales del hospital "produjeron un retraso muy considerable en el diagnóstico que abocaron a la muerte a la pequeña".

La niña fue operada, bajo anestesia general, con el fin de eliminar una hipertrofia de amígdala y adenoide que la menor sufría y que le provocaba dificultad respiratoria nasal y ronquidos nocturnos. Aunque la intervención quirúrgica finalizó a las 10.32 horas, la menor y sus padres no salieron del Hospital de Écija con destino a su domicilio hasta las 18.00 horas de la tarde.

La menor fue intervenida quirúrgicamente sin que se le realizara una previa analítica de sangre y fue dada de alta sin la correspondiente revisión por parte del responsable de la intervención quirúrgica y sin que el mismo introdujera los datos de la medicación para el postoperatorio en la tarjeta sanitaria de la menor.

Un día después de la intervención, el 20 de septiembre a las 6.21 horas de la mañana, los padres acudieron de nuevo con carácter de Urgencias al Hospital dado que la menor no se encontraba en buen estado y no podía tomar los antibióticos vía oral, recentándole paracetamol supositorios 150 mg cada 6-8 horas. Se le dio el alta veinte minutos después del ingreso.

El 23 de septiembre de 2022 a las 15.56 horas volvieron a llevar a la menor al Hospital por Urgencias porque "no hablaba, tenía fiebre, palidez y no tragaba", precisó en su día el letrado, que señaló que le dieron el alta domiciliaria a las 16.45 horas.

La madrugada del 24 de septiembre, los padres regresaron a Urgencias a las 5.15 horas de la mañana. La menor entró inconsciente en el hospital, con parada cardiorrespiratoria, tras haber sufrido una grave hemorragia en su domicilio. Según el letrado, atendieron a la niña y en el parte se recoge lo siguiente: "Paciente en malas condiciones generales, pálida/ictérica sin cambios marmóreos, sin pulso, sin frecuencia, pupilas arreactivas y midriáticas. Glasgow 3/3 tos, con sangrando abundante en vías aéreas superiores y esófago". Entonces fue diagnosticada de shock posoperatorio hipovolémico.

A pesar de la gravedad de la situación, la menor no fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla hasta tres horas después, en concreto a las 8.14 horas de la mañana en una ambulancia medicalizada.

La niña había sufrido una tremenda hemorragia en casa, dado que le reventó una arteria cuando supuestamente estaba bien, y llegó al hospital con una parada cardiorrespiratoria debido a la pérdida de sangre.