La Fiscalía no acusa al antiguo diputado de Podemos investigado por violencia de género
El Ministerio Público no ha formulado ningún escrito ante el Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2 de Sevilla y el plazo ya ha concluido
La Audiencia de Sevilla ordena procesar a un antiguo diputado de Podemos por violencia de género
La Fiscalía de Sevilla no será parte en el juicio que presumiblemente se celebrará contra el abogado David Bravo, que en 2015 llegó a ser diputado de Podemos por Almería y que ha sido procesado por violencia de género sobre su entonces novia. El caso, archivado en primera instancia por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla, fue reabierto por la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, pero el plazo para formular los escritos de acusación ya ha expirado y el Ministerio Público no ha enviado ningún documento.
Así consta en una diligencia de ordenación emitida el pasado 1 de septiembre por la letrada de la Administración de Justicia de la Sección Cuarta. "Habiendo transcurrido con exceso el plazo para la presentación del escrito de acusación, no ha sido presentado por la parte. Se une el escrito del Ministerio Fiscal en el que renuncia a formular acusación", expone la LAJ.
Así pues, salvo otras novedades, la futura vista oral será un cara a cara entre el encausado y su ya ex, que al mismo tiempo es la madre de su hija.
El pasado 23 de junio, la Audiencia de Sevilla revocó el archivo de la investigación sobre Bravo y ordenó que sea procesado por un delito de violencia de género contra una pareja suya. Es el paso previo a ir a juicio.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla decretó el 3 de febrero el sobreseimiento provisional de las actuaciones. La supuesta víctima recurrió y ahora la Sección Cuarta, en otro auto facilitado por el TSJA, estima esa apelación y ordena al primer juzgado que transforme las diligencias previas en procedimiento abreviado.
El juez instructor entendió que no había “indicios bastantes de la comisión de un delito de violencia psíquica habitual”, más allá de la denuncia de la ex. La joven afirmó que Bravo la había “amenazado con destruirle la vida” y que la llamó “fracasada”, “una mierda de persona” o “basura”. “Añadió que estando embarazada la echó a la calle” y que otro día “le tiró el biberón de su hija”, refiere la Sala.
Tras oír ese testimonio y los de más testigos, como la empleada del hogar, la Audiencia discrepa del criterio del primer juez y afirma que “existen iniciales indicios de criminalidad”.
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