Desfalco en la empresa municipal de limpieza

El juez que investiga el desfalco de Lipasam cita como testigo al concejal David Guevara

  • Se trata del primer responsable político que declara en el juzgado por estos hechos, después de que el juez aplazara la comparecencia del alcalde, Juan Espadas, en su condición de presidente del consejo de administración y de la comisión ejecutiva.

El edil socialista David Guevara.

El edil socialista David Guevara. / belén vargas

El delegado de Transición Ecológica y Deportes del Ayuntamiento de Sevilla, David Guevara, prestará declaración mañana como testigo ante el juez de Instrucción número 14 de Sevilla, Manuel Centeno Campoy, que investiga el desfalco de más de un millón de euros por parte del ex contable de la empresa pública de limpieza (Lipasam).

Desde la semana pasada, el instructor del caso ha iniciado una ronda de declaraciones de testigos, principalmente trabajadores de la empresa Lipasam, en el marco de la causa abierta contra Manuel M. G., que está acusado de haberse apropiado de más de un millón de euros de las cuentas de Lipasam que, según ha reconocido el propio investigado, llevó a cabo utilizando un método prácticamente indetectable.

El concejal David Guevara es el primer político del Ayuntamiento que testificará ante el juez en relación con estos hechos, al haber quedado aplazada por el momento la declaración del alcalde, Juan Espadas, en su condición de presidente del consejo de administración y de la comisión ejecutiva de Lipasam, una declaración que quedó aplazada hasta que se oyera el testimonio de la gerente de la empresa, Virginia Pividal. De hecho, el grupo municipal de VOX, que ejerce la acusación particular, presentó un recurso insistiendo en que Espadas debe declarar por estos hechos y hacerlo directamente en el juzgado, no a través de una videoconferencia.

Como ha adelantado este periódico, Virginia Pividal declaró el pasado viernes en el juzgado y en su comparecencia aseguró que el ex contable Manuel M. G. aprovechó una “grieta” del sistema informático para hacerse con este dinero a lo largo de varios años.

Al ser preguntada sobre qué es lo que pudo fallar para que el contable pudiera hacer un pago a un proveedor de una factura que no corresponde con un pedido, Virginia Pividal aclaró que en este caso "no hay una factura porque la grieta que aprovechó del sistema informático es una transacción manual, que le permite realizar un apunte contable falso".

Pividal agregó que no existe una "factura falsa físicamente, sino un apunte contable falso", una actuación con la que el que, prosiguió la gerente de Lipasam, “altera el procedimiento existente para los pagos a proveedores”.

Varios técnicos de Lipasam dicen que el sistema era "indetectable"

Varios empleados de Lipasam que han declarado este miércoles ante el juez de Instrucción número 14 han coincidido en que el sistema empleado por el ex contable era indetectable. Uno de estos testigos, técnico de gestión económico-financiera de la empresa de limpieza ha indicado que Manuel M. G. "creaba un apunte informático sin tener ni pedido ni albarán ni factura física, aprovechando un fallo del sistema informático que sólo él conocía, es decir, que encontró un hueco en el sistema".

Esta empleada ha añadido que, según su experiencia en la empresa, el sistema creado por el investigado era "indetectable para los auditores, controles y cualquiera de la empresa". Esta trabajadora ha indicado asimismo que Manuel M. G. era una persona "muy minuciosa y tiquismiquis en su trabajo, y era de plena confianza", y ha agregado que el plan de riesgos para evitar delitos en Lipasam "no detectó nada sobre estas prácticas delictivas".

Otro empleado de Lipasam, en este caso, el tesorero de la empresa, ha relatado al juez que fue él quien descubrió el fraude porque un proveedor de Lipasam llamó al director económico-financiero diciendo que "no había cobrado unas cantidades", pero este empleado tenía "toda la documentación justificativa de que los pagos se habían realizado y estaba todo correcto". 

Al iniciarse la investigación para saber qué había ocurrido, se comprobó que el contable se había equivocado y había puesto su número de cuenta personal en lugar de la del proveedor. Según este técnico, el contable podía acceder a todo el sistema informático denominado SAP porque fue en su momento "el que participó en la adaptación de este sistema para usarlo en la empresa Lipasam". También ha coincidido en que el sistema era "indetectable para los auditores, los controles y él mismo", dado que si no hubiera sido por el error en la cuenta del proveedor "no se hubiera detectado nunca". 

Un último técnico que ha declarado este miércoles ha dicho que el investigado podía acceder al SAP pero no podía hacer pedidos y tampoco podía generar un albarán del departamento de compra, por lo que en su lugar lo que hacía era "generar una obligación de pago sin que exista ningún tipo de pedido".

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