Un juez cuestiona la renovación del carné de un cura con problemas visuales tras un atropello

seguridad vial

La sentencia absuelve al religioso de 85 años implicado en el accidente y sugiere posible responsabilidad de los encargados de las pruebas psicotécnicas

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Un Audi TT, en una imagen de archivo.
Un Audi TT, en una imagen de archivo. / M. G.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid ha absuelto a C.G.C., un religioso de 85 años que atropelló a un peatón en agosto de 2023 en la ciudad castellanoleonesa mientras conducía un Audi TT. En su sentencia, el juez insinúa que la responsabilidad del suceso podría recaer en los encargados de las pruebas psicotécnicas que autorizaron la renovación del carné del conductor, a pesar de las limitaciones visuales que este padecía.

El atropello se produjo alrededor de las 10:30 horas del 19 de agosto de 2023 en la calle Cardenal Torquemada de Valladolid. Un varón de 84 años resultó herido, sufriendo policontusiones, fracturas costales y otras lesiones. Aquel día, el acusado conducía su Audi TT y, al girar a la derecha hacia la Rondilla de Santa Teresa, coincidió con la salida de una ambulancia. Detuvo su marcha para ceder el paso al vehículo de emergencias y reanudó la conducción con el semáforo intermitente en ámbar y verde para los peatones. Sin embargo, no advirtió la presencia de un transeúnte que comenzaba a cruzar por su derecha y lo golpeó con el retrovisor, causándole las mencionadas lesiones.

Durante el juicio, se puso de manifiesto que el conductor contaba con un permiso de conducir en vigor, aunque con ciertas restricciones, como la prohibición de conducir de noche, una limitación de velocidad máxima y la obligatoriedad de utilizar un espejo interior de mayores dimensiones debido a sus dificultades de visión periférica. Ante estos hechos, el magistrado se cuestiona en su sentencia: "Si el conductor respeta las limitaciones de su habilitación para conducir y lo hace autorizado administrativamente pese a las limitaciones visuales conocidas por los equipos psicotécnicos, habría que preguntarse si el acusado es un imprudente por realizar lo que la Administración le permite o la imprudente es la Administración y sus equipos delegados de reconocimiento psicotécnico que permiten a una persona de 85 años y con limitaciones visuales seguir manejando un vehículo a motor con el riesgo ajeno que ello provoca".

La responsabilidad de las pruebas psicotécnicas en la seguridad vial

El caso del atropello protagonizado por el religioso de 85 años en Valladolid pone sobre la mesa el debate acerca de la responsabilidad de las pruebas psicotécnicas en la renovación de los permisos de conducir, especialmente en personas de avanzada edad o con limitaciones físicas. Estas evaluaciones tienen como objetivo garantizar que los conductores cuenten con las capacidades necesarias para manejar un vehículo de forma segura, velando así por la seguridad vial de todos los usuarios de la vía pública.

Sin embargo, el juez que ha dictado la sentencia absolutoria para el conductor implicado en el accidente sugiere que, en este caso, los encargados de realizar las pruebas psicotécnicas podrían haber sido demasiado laxos al autorizar la renovación del carné del anciano, a pesar de sus evidentes limitaciones visuales. Esta reflexión invita a replantearse los criterios y la rigurosidad con la que se llevan a cabo estos exámenes, así como la necesidad de adaptarlos a las circunstancias particulares de cada conductor, especialmente en el caso de las personas mayores.

La importancia de la prudencia al volante

Más allá de las consideraciones legales y administrativas, este suceso también pone de relieve la importancia de la prudencia al volante, independientemente de la edad o las condiciones físicas del conductor. En este sentido, el magistrado apunta en su sentencia que, en apariencia, el acusado "fue prudente en la maniobra, y eso basta para su exculpación penal".

No obstante, el atropello sufrido por el peatón de 84 años evidencia que, incluso cuando se circula con precaución, las limitaciones visuales u otras dolencias propias de la edad pueden incrementar el riesgo de accidentes. Por ello, es fundamental que tanto los conductores como las autoridades competentes en materia de seguridad vial sean conscientes de estas circunstancias y adopten las medidas necesarias para minimizar los peligros en la carretera.

En definitiva, el caso del atropello protagonizado por el cura de 85 años en Valladolid pone de manifiesto que la seguridad vial es una responsabilidad compartida entre conductores, peatones y administraciones públicas. Solo a través de la concienciación, la prudencia y la aplicación rigurosa de las normas y controles establecidos podremos avanzar hacia unas carreteras más seguras para todos.

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