Un interno peligroso del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla que la semana pasada agredió a varios funcionarios ha vuelto a protagonizar un nuevo altercado y a agredir a varios trabajadores que procedieron a su retención después de que comenzara a destrozar el mobiliario de su celda.

Desde el altercado de la semana pasada, en la que resultaron lesionados un funcionario y un celador del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla, el interno identificado como M. L. fue trasladado desde el módulo de agudos a una celda de aislamiento, donde la vigilancia es más intensa e incluso cuenta con una cámara de seguridad. Sobre las 20:45 horas de ayer martes, el recluso comenzó a destrozar todo el mobiliario de la celda e incluso la cámara de videovigilancia.

Al tratarse de un preso peligroso y agresivo, entraron en la celda tres funcionarios provistos de las medidas de protección necesaria y procedieron a reducirlo, autorizando en este caso los servicios médicos la sujeción del interno. Durante la reducción, L. M. volvió a agredir de nuevo a los funcionarios, a los que propinó patadas y puñetazos al resistirse a su reducción, aunque en este caso afortunadamente no se ha producido ninguna lesión de los trabajadores porque habían accedido protegidos después de las agresiones de la semana pasada.

Tras esta nueva agresión, el representante de Prisiones del sindicato CSIF de Sevilla, Claudio Esteban, ha vuelto a denunciar la carencia de medios personales y materiales con la que tienen que trabajar a diario los funcionarios del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla, puesto que, según ha precisado, en este caso ni siquiera se les ha ofrecido a los funcionarios una formación específica para la reducción de las personas que protagonizan este tipo de altercados violentos en los recintos penitenciarios.