El crimen del triángulo amoroso de Dos Hermanas: la Fiscalía pide 25 años de cárcel para la viuda y 20 para su amante
El Ministerio Público atribuye a ambos un delito de asesinato, en el caso de Tamara N.B. con la agravante de parentesco, y destaca que Clemente M.P. era como "un hermano" para la víctima
Ambos atacaron a Rafael el Suizo por la espalda en una parcela junto a un descampado porque "su existencia obstaculizaba su relación amorosa"
El trágico triángulo de 'El cuerpo en llamas', versión Dos Hermanas
Tamara N.B. y su amante Clemente M.P. están a punto de ser juzgados por el asesinato de Rafael L.R., un vecino de Dos Hermanas al que se conocía como el Suizo. La víctima era marido de Tamara y amigo de Clemente. “Se trataban como hermanos”, enfatiza la Fiscalía en su relato de los hechos que acaecieron en noviembre de 2021. Y la noticia es esa: el escrito de la acusación pública y su correspondiente petición de castigo para los dos supuestos homicidas, ya que a ambos los considera responsables de un delito de asesinato. La Fiscalía reclama 25 años de cárcel para la mujer, sobre la que recae la agravante de parentesco, y 20 años para el hombre.
La narración del Ministerio Público es dura. Tamara estaba casada con Rafael, su pareja durante 25 años, pero “desde hacía varios meses simultaneaba una relación sentimental que mantenía oculta” con el acusado. Ella tenía 42 años (uno menos que su marido) y él, 55. El encausado, a su vez, “tenía una gran relación de amistad con la víctima”. “Incluso llegó a vivir unos meses” en casa del matrimonio. El caso es que la pareja clandestina alcanzó tal “grado de intimidad emocional y sentimental” que “por diversas razones” llegaron a la conclusión de que “la existencia de Rafael obstaculizaba su relación amorosa”. Por eso “comenzaron a idear un plan con el único fin de acabar con su vida”.
Ese plan se ejecutó el 5 de noviembre de 2021. Los procesados “estuvieron juntos durante gran parte del día”, sobre todo en casa de Clemente. Ya por la tarde, cuando la víctima llegó a su domicilio, su mujer “le propuso salir a tomar algo”. El lugar elegido fue el bar Belepok, junto a la salida de la carretera que va de Dos Hermanas a Bellavista. “Aparcaron en el descampado cercano y entraron en el local a las 21.21 horas”, narra la Fiscalía. Estuvieron allí hasta las 23.48 horas y Rafael consumió “abundante alcohol”, añade.
La acusada, “usando el teléfono que previamente le había quitado a su marido”, salió del local en un momento dado y llamó a su amante. “Dado el estado de embriaguez de Rafael y que su vehículo se encontraba aparcado en un descampado, ambos decidieron que era el momento adecuado para llevarlo hasta allí y acabar con su vida”, prosigue la Fiscalía.
Cuando salió del local junto a su esposo, Tamara “lo condujo hacia una parcela anexa al descampado donde habían aparcado”. Y fue entonces, “valiéndose del hecho de que se trataba de un lugar oscuro, apartado y solitario y asegurándose así de que nadie pudiera verlos ni oírlos”, cuando los acusados atacaron a Rafael “de forma sorpresiva e inesperada”. “Mientras uno lo sujetaba por los brazos y mantenía un forcejeo con él, el otro le propinaba por detrás dos fuertes golpes en la cabeza con un objeto contuso y de peso importante que le causó de forma inmediata la pérdida de conocimiento”, cuenta la Fiscalía. El Suizo intentó defenderse antes de caer inconsciente, pero “la actuación de ambos acusados fue tan contundente y los golpes tan fuertes” que esa “mínima defensa” resultó “insuficiente”.
“Rafael nunca pudo esperar una reacción agresiva por parte de sus atacantes debido a la confianza entre ellos”, destaca también la Fiscalía para insistir en la alevosía del ataque. A eso le suma que la víctima “presentaba sus facultades muy afectadas por la ingesta de alcohol, lo que le impedía deambular y moverse adecuadamente”. “Su capacidad de reacción y defensa se encontraba prácticamente anulada, quedó en una situación de total indefensión”, reitera.
Rafael fue hallado en el descampado a la mañana siguiente, “aún con vida” pero “con una herida de grandes dimensiones en la cabeza, bastante sangre y el rostro desfigurado por los golpes”. Fue trasladado al hospital Virgen de Valme, pero sufría “un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó una lesión irreversible en los centros nerviosos vitales y lo condujo irremediablemente a la muerte”. Falleció cinco días después, a las 10.40 horas del 11 de noviembre.
Además de las penas de cárcel, la Fiscalía reclama que los presuntos asesinos indemnicen a la familia de Rafael con algo más de 250.000 euros: 42.000 euros para la madre, 42.000 para el padre y 85.000 para cada una de las dos hijas que tuvo con Tamara.
"No vengas mu tarde, mi amor"
Ni tres semanas después del suceso, Tamara y Clemente ya vivían juntos y eso automáticamente los convirtió en los principales sospechosos del crimen. Semejante frialdad, sin embargo, no era extraña como colofón de un plan perfectamente orquestado. Cuando salió hacia el bar de copas, la acusada “dejó su móvil en casa, apagado, con la intención de evitar que se la pudiera situar en un lugar determinado”. Y cuando regresó al domicilio, “con ánimo de eliminar cualquier sospecha”, volvió a encender el teléfono y a las 00.11 horas escribió este mensaje a su marido: “Gordooo. Cariño, que te dejo la puerta abierta, solamente encajá, pa que no des con la llave por si no atinas o no sabes dónde la tienes. No vayas a venir mu tarde, mi amor, que yo me voy a meter en la cama y la niña está metía en la cama y el R. se ha quedao aquí a dormí, ¿vale? Venga, no vengas tarde, cariño, y ten cuidaíto no te vayas a caer por la escalera, hijo. Venga, un besito, adiós”.
“Los acusados no presentaban ningún antecedente de trastorno mental ni ninguna anomalía ni alteración psíquica que [...] alterase su juicio de la realidad [...]. Comprendían la ilicitud de su acción y querían su resultado”, indica también la Fiscalía. De hecho, el amante de Tamara, siguiendo el plan establecido, también dejó su móvil apagado en casa antes de irse al descampado.
Para más inri, no era la primera vez que Tamara intentaba matar a alguien: en 2017 fue condenada a seis años de cárcel por “tentativa de homicidio premeditado” contra su concuñada. Pero como eso ocurrió en Suiza, que no pertenece a la UE, el antecedente “no puede ser tenido en cuenta a efectos de reincidencia”.
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