La UCO implica a cuatro empleados de la Faffe por ocultar el gasto en los burdeles
El uso de las tarjetas de la Faffe en prostíbulos
La Guardia Civil considera que estos trabajadores intervinieron en las hasta ocho operativas distintas detectadas para simular facturas y gastos creando una “contabilidad doble o paralela”
La Guardia Civil implica a cuatro trabajadores de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) en las diversas maniobras contables para ocultar los gastos que por un importe total de 32.566 euros efectuó el ex director general técnico de la fundación Fernando Villén, quien en su declaración ante la juez aseguró que había devuelto de su propio bolsillo esta cantidad, algo que según los investigadores no ocurrió puesto que el dinero le habría sido reintegrado mediante esas operativas fraudulentas.
Los cuatro ex trabajadores que la Unidad Central Operativa (UCO) ha señalado –y que podrían ser citados próximamente a declarar en la causa que investiga la juez María Núñez Bolaños– son la directora económico-financiera de la Faffe A. V. R., el adjunto a la dirección económico-financiera R. M. R., y las cajeras de la dirección económico-financiera y de la dirección general técnica E. R. L. y C. L. V., respectivamente.
Dicen los investigadores que los dos primeros son las únicas personas que, además de Villén, “tendrían la potestad para llevar a cabo la modificación sustancial de la contabilidad y la inclusión en los gastos de caja de las comidas” por importe de hasta 2.656 euros que fueron devueltos con el concepto “comida F. Villén”, así como para que estos gastos fueran abonados “careciendo de documentación justificativa”. En esta operativa también implican presuntamente a la cajera central, E. R. L., quien habría participado en la anulación de documentos de liquidación de caja, realizando otros en su lugar, “incrementando el gasto de las mismas e incluyendo gastos relativos a comidas por importes elevados que carecerían de documentación justificativa”.
En el atestado, la Guardia Civil advierte de la existencia de una “doble contabilidad o contabilidad paralela” en la Faffe, por cuanto considera que del estudio de los libros-diarios de la fundación y su comparativa con las liquidaciones relativas a la caja central habrían puesto de manifiesto la “existencia de determinados gastos de caja que pese a encontrarse reflejados en la contabilidad como asignados a una determinada caja, no figurarían reseñados en las liquidaciones de las cajas correspondientes”.
La Guardia Civil cita hasta seis irregularidades detectadas: la simulación de operaciones comerciales, el incremento injustificado de los gastos de caja, la desviación de fondo a través de la confección de arqueos y liquidaciones, la simulación contable de devoluciones, la entrega de anticipos carentes de justificación, y la desviación de fondos origen de devoluciones de otras cajas de la Fundación transferidos a la caja central.
El informe de la UCO incluye la entrega al ex director de la Faffe Fernando Villén de un anticipo de 1.000 euros para un viaje a Cuba ficticio, dado que en las bases de datos de pasajeros “no consta” que en el año 2008 Fernando Villén saliera o regresara al territorio nacional, por lo que concluye que ese dinero se entregó a Villén “sin hacerlo constar en la contabilidad de caja, careciendo de justificación que acredite su entrega, efectivo gasto o devolución”.
El atestado sostiene que aunque los cargos por un importe total de 32.566 euros que se abonaron con las tarjetas de la Faffe en cinco prostíbulos fueron posteriormente anulados, el dinero fue sacado igualmente de las cajas de la Faffe que tenían dinero en metálico para el pago de pequeños gastos y para ocultar esos pagos fraudulentos utilizaron diversos métodos, como la simulación de otros gastos, entre ellos una factura falsa por importe de 2.514,50 euros por una comida en la caseta de la UGT en la Feria de Abril el 18 de abril de 2008 y que el encargado de dicha caseta ha negado que emitiera. En concreto, el responsable de la caseta ha declarado a la UCO que “nunca” ha facturado a la Faffe, que nunca ha cobrado la factura que se reproduce junto a esta información y que no ha emitido dicha factura, que llega a calificar como “totalmente falsa”.
Los investigadores afirman que existirían “indicios más que suficientes que permitirían inferir que la citada factura podría haber sido confeccionada al objeto de simular una operación comercial inexistente con el fin de justificar la salida de 2.000 euros de la caja central”, y que se corresponderían con los gastos efectuados “en el lupanar”, precisa el atestado, que señala que esta operativa “podría perseguir el fin último de retornar el dinero ingresado en concepto de devolución” por Villén.
La Guardia Civil asegura que ha detectado ocho operativas distintas de gastos efectuados a través de las tarjetas de la Faffe en prostíbulos por un importe de 17.049 euros, de los cuales “existen asientos contables en el libro diario que reseñan que los importes de los gastos habrían sido devueltos a través de su ingreso en la caja central”. Pero los investigadores detallan diversos mecanismos para la devolución a Villén de esas cantidades que, según el ex director había devuelto de su propio bolsillo, por lo que concluye que el dinero de los prostíbulos salió de la Faffe.
El chófer que llevó un sobre con dinero al Don Angelo
Al igual que ocurrió en la macrocausa de los ERE, un nuevo chófer de un ex alto cargo de la Junta vuelve a cobrar protagonismo en una investigación judicial, aunque en este caso este conductor no está involucrado personalmente en ninguna actividad ilícita.
El nuevo atestado de la Guardia Civil revela que el ex director de la Faffe Fernando Villén entregó un sobre con dinero a su chófer para que lo entregara en el club de alterne Don Angelo de Sevilla, donde en la noche del 22 al 23 de marzo de 2010 se realizaron pagos con una de las tarjetas de la fundación por importe de 14.737 euros. Dos días después, el 25 de marzo de 2010, se hizo una devolución sistemática de eso cargos mediante la utilización de un TPV del establecimiento donde se realizó el gasto.
Los agentes de la UCO tomaron declaración al chófer de Fernando Villén, quien a juicio policial confirmó la efectiva devolución en efectivo de esos 14.737 euros. En concreto, el conductor declaró que en una ocasión Fernando Villén le entregó "en su domicilio" un sobre de mediano tamaño y le pidió que se dirigiera al club Don Angelo para dárselo a una persona, no especificándole de quién se trataba. Le dijeron que alguien le estaría esperando en la puerta del club y que únicamente tenía que entregarle el sobre, asegura el chófer, que no recuerda la fecha en que sucedieron estos hechos más allá de que era por la mañana.
Aunque este testigo desconoce lo que llevaba el sobre en su interior sí que imagina que sería "dinero", puesto que era extraño ir hasta un club de alterner para entregar un sobre y porque en fechas cercanas había llevado a Fernando Villén hasta las proximidades del club de atener en horario nocturno. "En aquel momento pensó que ese sobre contendría dinero para pagar algún tipo de gasto que se produjo en el club Don Angelo", declaró el testigo.
La tarjeta con que se hizo ese pago en el Don Angelo fue dada de baja telefónicamente el 24 de marzo de 2010, "un día después de la realización de los pagos" en dicho club y "un día antes de su devolución", alegando que se había sufrido el robo o la pérdida de la misma. La Guardia Civil reclamó al banco la grabación relacionada con la baja de esta tarjeta y ha concluido que del estudio de la misma se ha identificado al adjunto a la dirección económico-financiera de la Faffe, R. M. R., como la persona que hizo esa llamada.
Esta trabajador, añade la Guardia Civil, ha reconocido su voz aunque ha señalado que no recordaba el motivo por el que realizó dicha llamada.
De todo ello, el atestado concluye que la directora económico-financiero de la Faffe, A. V. R., y el adjunto a ésta, R. M. R., como responsables del departamento de contabilidad, "habrían sido conocedores del gasto" realizado en este club de alterne, llegando a realizar este último la llamada para dar de baja la tarjeta de la fundación en la que se hizo dicho cargo, hecho que se produjo "al día siguiente" del pago, refiriendo en la conversación telefónica con la entidad bancaria "en un primer momento que la tarjeta habría sido perdida, y posteriormente afirmó que había sido robada indicado el último movimiento de la misma, el cual coincidiría con un gasto en el club Don Angelo por importe de 1.040 euros, efectuado el 23 de marzo de 2010".
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