El caso de los ERE

Ramón Díaz Alcaraz: "Nunca fui consciente ni tuve conocimiento de las supuestas irregularidades de los ERE""

  • El ex diputado autonómico socialista, que ha sido definitivamente exculpado de la macrocausa de los ERE, lamenta que sufrió una "cacería política" tras su paso como asesor de la dirección general de Trabajo

  • "Nunca tuve nada que ver con los intrusos ni con las pólizas, ni me reuní con las compañías aseguradoras"

El ex diputado del PSOE-A Ramón Díaz Alcaraz, junto a una ventana de los juzgados de Sevilla.

El ex diputado del PSOE-A Ramón Díaz Alcaraz, junto a una ventana de los juzgados de Sevilla. / juan carlos vázquez

El ex diputado del PSOE-A Ramón Díaz Alcaraz (Sevilla, 1955) ha estado investigado en la macrocausa de los ERE durante más de nueve años y ha tenido que declarar en 17 de las 200 piezas que forman esta investigación que arrancó en el año 2011 de la mano de la juez Mercedes Alaya. Esta misma semana, otro juez, José Ignacio Vilaplana, lo ha exculpado definitivamente de la macrocausa y ha acordado la devolución de la fianza y el levantamiento de las medidas cautelares. En esta entrevista, el ex diputado socialista repasa todo lo que le ha ocurrido durante casi una década hasta lograr demostrar su inocencia y, en este sentido, lamenta tanto la lentitud de la Justicia como la actuación de su partido, que le dio la espalda tras saltar su implicación en el escándalo.

-¿El juez Vilaplana ha acordado su exculpación tras nueve años investigado en los ERE?

-He estado imputado en 17 piezas separadas que se hicieron en las diligencias 174/2011 con el argumento de que había tenido participación y decisión en las ayudas. La imputación más grave que me hacían y que más daño hizo a mi imagen es que había participado en la inclusión de los intrusos, pero no tuve ninguna capacidad de incluir a nadie.

-¿En qué consistía su trabajo en la Dirección General de Trabajo?

-Mi trabajo era asesorar a empresas en crisis y a las que nos llamaban para evitar el cierre patronal, y tengo que decirle que fueron muchas más las empresas a las que asesoramos que finalmente no recibieron ayudas, entre ellas Donuds, Atento, el Hotel Alcora o Eastman Chemical, donde estuvimos mes y medio negociando y no hubo acuerdo ni ayuda. Cero euros. En la Dirección General de Trabajo fui asesor laboral, con unas funciones de asesoramiento a empresas en crisis y asesor para las preguntas parlamentarias en materia de Empleo, pero no tenía nada que ver con los ERE, ni con las ayudas, y ha quedado claro que nunca he tenido participación en el ámbito de las subvenciones y de las pólizas.

-¿A qué achaca su imputación en el caso y en todas estas piezas?

-Cuando estalla el escándalo de los ERE yo soy secretario general de la agrupación del PSOE más grande de Sevilla, la de Sevilla-Este, Alcosa y Torreblanca, además de parlamentario andaluz y miembro de la Ejecutiva provincial de la parte más cercana al secretario general. En la Dirección General de Trabajo había 30 asesores pero al final sólo María José Rofa y yo fuimos imputados. Fue una cacería política en mi contra más por el cargo político que desempeñaba. Esa ha sido la mochila con la que he cargado hasta que la Justicia me ha dado la razón.

-¿Usted qué sabe de las irregularidades de los ERE?

-Lo paradójico de este caso es que a día de hoy hay 6.000 trabajadores que siguen cobrando las ayudas, unas ayudas de las que tenían conocimiento el Parlamento y todos los partidos políticos. Todos tenían conocimiento de las empresas en crisis y de la obligación de la Junta de ayudarlas, porque en aquella época Andalucía tenía muchos problemas y los trabajadores iban a la Junta a pedir soluciones.

Nadie ha puesto en duda el cobro de las ayudas por parte de los 6.000 trabajadores y en el juicio por el procedimiento específico de los ERE nadie ha pedido que los trabajadores sean llamados como investigados o como partícipes a título lucrativo.

-¿Usted sabía lo que sucedía?

-Nunca fui consciente ni tuve conocimiento de las supuestas irregularidades. Me limité a hacer mi trabajo de asesoramiento en materia laboral y a contestar a las preguntas parlamentarias en el ámbito de la dirección general. Nunca tuve nada que ver con los intrusos ni con las pólizas, ni me reuní con las compañías aseguradoras, ni tenía capacidad de decisión ni de oponerme a las decisiones del director general, como ha acreditado la Justicia.

-¿Cómo era trabajar con el director de trabajo, Javier Guerrero, ya fallecido?

-Guerrero tenía su agenda y se desplazaba continuamente a otras provincias, en las que adoptaba acuerdos de los que no tenía idea. No me gustó la solución que se dio al conflicto laboral de la empresa de limpieza de Granada y no lo entendí bien porque era como abrir la puerta a que cada vez que surgiera un desacuerdo en un conflicto colectivo la Junta asumiera el desequilibrio laboral.

-¿Cómo definiría a Guerrero?

-Con él trabajábamos unos 30 asesores en la dirección general. Era una persona afable, simpática y creo que no fue consciente de lo que en cierta medida estaba haciendo. Si yo hubiera tenido conciencia de que estaba sucediendo algo ilegal lo habría puesto en conocimiento del consejero y me habría marchado de la dirección general.

-¿Qué ha supuesto en su vida estos nueve años investigado en el caso de los ERE?

-Ha sido la mayor pesadilla en los 65 años que tengo. Lo más doloroso ha sido el abandono por parte de mis compañeros de partido, que me dieron de lado y no confiaron en mi inocencia. Se me negó la presunción de inocencia desde el minuto uno. Me suspendieron de militancia en 2013 y estuve apartado del partido, aunque yo seguí pagando mi cuota, y me devolvieron mis derechos hace un par de años con las primeras exculpaciones. Me sentí abandonado y marginado, con la excepción de algunos compañeros que me dieron esperanza, pero éstos caben en una mano. 

"Lo más doloroso ha sido el abandono por parte de mi partido, me dieron de lado y se me negó la presunción de inocencia desde el minuto uno"

-¿Y ahora cómo se siente?

-Me siento liberado, porque tengo la fuerza de la razón de mi parte, y voy a retomar mi vida orgánica dentro del partido. No busco ningún cargo ni protagonismo, sólo quiero un resarcimiento moral por la injusticia que se ha hecho conmigo y con mi vida. No ha sido sólo una ruina económica, sino moral, familiar y de mi entorno, porque estaba señalado como un delincuente. Y voy a exigir ese resarcimiento.

Ramón Díaz Alcaraz, en un momento de la entrevista. Ramón Díaz Alcaraz, en un momento de la entrevista.

Ramón Díaz Alcaraz, en un momento de la entrevista. / juan carlos vázquez

-¿Qué diría de la actitud que ha tenido la Justicia con usted?

-He estado sometido nueve años al escarnio mediático y social. Se ha dicho que era el cabecilla de los ERE, cuando demostré desde el primer momento que era inocente. Puedo decirle que la UCO -la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil- me enseñó un folio con 10 o 12 empresas y una nota manuscrita. Yo le dije a los agentes que esa letra no era mía, pero al elaborar el atestado dicen que esa letra no puede ser de nadie más. Esto me obligó a encargar un informe caligráfico que confirmó que esa letra no era la mía y cuando el perito judicial declaró ante la juez Bolaños, la UCO dijo que María José Rofa había dicho que era mi letra y por eso lo pusieron en el atestado.

"El tiempo transcurrido ha destrozado mi vida, pasé al ostracismo y a ser considerado como un semidelincuente. La Justicia es justa, pero demasiado lenta y en mi caso llega tarde".

-Pero aunque sea después de nueve años la Justicia le ha dado la razón...

-Una a una se han ido cayendo todas las imputaciones. Eso te va resarciendo con la Justicia, pero el tiempo transcurrido ha destrozado mi vida, porque he pasado al ostracismo y a ser considerado como un semidelincuente. La Justicia es justa, pero es demasiado lenta, y en mi caso llega tarde, cuando estoy a punto de cumplir los 66 años. Ahora ya no tengo ganas, ni interés ni ilusión por incorporarme a ningún proyecto político. Y lo peor es que hay compañeros que no tienen ni fecha para salir de la macrocausa y sólo se han celebrado dos juicios hasta ahora de los ERE.

-¿Y cómo fue el trato de la primera instructora, Mercedes Alaya?

-La juez Alaya, que inició el procedimiento de los ERE, no tuvo en cuenta las cuestiones que mi abogado planteó. Le aportamos las pruebas que ahora han conducido a mi exculpación en el caso, las declaraciones de los testigos que dijeron que no se vieron conmigo, y acreditamos mi falta absoluta de capacidad de decisión y de oponerme a las decisiones que adoptaba el director general de Trabajo. 

Cuando me citó a declarar me acogí a mi derecho a no declarar, pero cuando la sustituyó la juez Bolaños sí declaré porque se empezaron a grabar las declaraciones y había más garantías de que lo que manifestaba quedaba acreditado y se garantizaba con esa grabación lo que había dicho en cada momento.

-¿Tiene previsto emprender algún tipo de acción legal tras su exculpación?

-Algunos investigados han explorado ese camino. En cuanto a la minuta de mi abogado no he tenido la ayuda de la Junta y quiero explorar la posibilidad de reclamar daños morales y económicos por haber estado sometido nueve años a esta situación tan desagradable para mí y para mi familia.

-Cambiando de tema, ¿cómo ve actualmente el proceso de primarias en su partido?

-Debido a la situación política que se da en Andalucía apoyaría al candidato Juan Espadas, al que he prestado mi aval para que sea el revulsivo que el partido necesita para volver a gobernar en Andalucía tras 36 años en el poder.

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