La abogada Encarnación Molino, del bufete Montero-Aramburu, que durante estos años ha representado a Torrijos, sorprendió esta semana al final del juicio por las “mordidas” de Fitonovo cuando, al conocerse la absolución del ex primer teniente de alcalde, pidió a los magistrados de la Audiencia Nacional la condena en costas de la Abogacía del Estado.

La letrada recordó entonces que la Abogadía del Estado había mantenido durante todos estos años la acusación por delitos de prevaricación y cohecho contra Antonio Rodrigo Torrijos, delitos por los que había exigido una condena de cinco años de prisión y una multa de 465.000 euros.

Sin embargo, justo antes del inicio de la vista oral, retiró los cargos y se desistió del proceso cuando, según defendió Encarnación Molino, no se había producido ninguna modificación que justificara el cambio de la acusación, por lo que esta conducta sería merecedora de la imposición de las costas procesles a esta parte.

Según el escrito presentado por la Abogacía del Estado ante el tribunal, esta representación se apartó del juicio por las mordidas de Fitonovo porque no apreció menoscabo de fondos públicos en la adjudicación de los 11 contratos para la instalación de césped artificial en 11 campos de fútbol de Sevilla, en los que se investigan los presuntos pagos de 155.000 euros a IU como contraprestación.

“No constando acreditado que los fondos utilizados hubiesen sido objeto de malversación o de otras conductas delictivas perjudiciales para los intereses de la Administración General del Estado, esta representación aprecia su falta de legitimación activa respecto de los delitos”, señalaba el escrito.