El atropello, el semáforo y el sol

Accidente

La familia de un peatón que murió por las graves lesiones causadas por un atropello tras cruzar un semáforo en rojo con un carro de la compra es indemnizada con 350.000 euros

Los equipos sanitarios atienden al peatón en la avenida de la Expo 92, en la mañana del 7 de julio de 2018.
Los equipos sanitarios atienden al peatón en la avenida de la Expo 92, en la mañana del 7 de julio de 2018. / Emergencias Sevilla

La familia de un joven extranjero que falleció tras ser atropellado en la avenida Expo 92 en 2018 ha recibido una indemnización de 350.000 euros, a pesar de que el accidente se produjo cuando el peatón, que llevaba un carro de compra con diversos objetos de chatarra, no respetó el semáforo en rojo que lo vinculaba, por lo que se trata de un siniestro en el que se produce la concurrencia de culpas.

El abogado Alejandro Martín, de Accidenta abogados, ha explicado a este periódico que el suceso se produjo cuando el peatón, de 43 años, cruzaba con el carro de compra y el conductor del automóvil, que tenía su semáforo en verde, lo atropelló sin percatarse del peatón al verse deslumbrado por el sol. El letrado recuerda que, según el artículo 46 del Reglamento General de Circulación, "en caso de ser deslumbrado el conductor por el sol (y otras fuentes lumínicas) se aconseja moderar la velocidad del vehículo, y en caso de ceguera total, intentar detener el automóvil en un lugar seguro".

Como consecuencia del atropello, el peatón sufrió diversas lesiones de carácter grave que finalmente provocaron su fallecimiento varios meses después, en concreto, el pasado 26 de febrero. Según el letrado, después de haber planteado distintas reclamaciones por importe de 1,5 millones se llegó a un acuerdo extraprocesal con la compañía aseguradora, que ha abonado una indemnización de 350.000 euros. Esta compensación se acordó asumiendo el conductor del vehículo el “25% de la responsabilidad del atropello”, mientras que al peatón le corresponde el 75%, al haber atravesado el paso de peatones cuando le vinculaba el semáforo en rojo.

El conductor alegó que se vio deslumbrado por el sol y no lo vio.
El conductor alegó que se vio deslumbrado por el sol y no lo vio. / Emergencias sevilla

La víctima del accidente acudía cada día al comedor social de Pagés del Corro de las Hermanas de la Caridad y llevaba normalmente consigo el carro de la compra con lo que iba encontrando. Dormía en la calle, en el Charco de la Pava.

Según el atestado elaborado por la Policía Local, el accidente pudo deberse a esa concurrencia de culpas. El turismo implicado se hallaba parado en la confluencia de la A-49 y la avenida Expo 92, en sentido al centro de Sevilla, poco antes de las nueve de la mañana de aquel 7 de julio de 2018. Su semáforo estaba en rojo e inició la marcha cuando cambió a fase verde, circulando por el carril central.

La víctima, por su parte, atravesó el paso señalizado para peatones que existe en el avenida Expo 92, en la confluencia con la glorieta de los Descubrimientos, des de la parte más próxima a la Cartuja hacia Triana.

Y el atropello se produjo en el carril central, dentro del paso para peatones.

Los agentes de la Policía Local que investigaron el siniestro confirman que tanto por las declaraciones de los testigos presenciales del suceso, como por el testimonio del propio conductor –que dio negativo en la prueba de alcoholemia– y la visualización de las cámaras de tráfico que hay en el lugar, puede determinarse que el turismo implicado en el siniestro circulaba con la fase semafórica que le vinculaba en verde, es decir, que lo hacía correctamente. La velocidad del turismo, según precisa el atestado, no era excesiva, ya que acababa de iniciar la marcha en el cruce anterior al lugar del siniestro y había recorrido por tanto sólo unos 150 metros hasta el momento en que se produce el atropello.

El atestado pone de manifiesto que, si bien ninguno de los testigos ni el conductor observó la presencia del peatón, se presume que iba por el paso señalizado, ya que empujaba el carro de hipermercado “muy cargado” y como estos carros tienen ruedas muy pequeñas que dificultan empujarlos, el único lugar practicable en las inmediaciones para que pasara el carrito era precisamente por los rebajes existente en el paso señalizado para peatones.

Tras comprobar que los ciclos semafóricos funcionan correctamente en el lugar del suceso, los policías concluyen que el peatón estaba cruzando de manera indebida, con su fase semafórica en rojo. Así, el atestado señala que “se puede establecer como causa inmediata que provoca el accidente la irrupción en la calzada del peatón con el semáforo que le vincula en fase roja, teniendo en cuenta que se trata de una vía de circulación rápida, ya que se encuentra en el acceso a la ciudad desde la autopista A-49 y que el lugar consta de seis carriles de circulación, por lo que debió extremar sus precauciones para cruzar correctamente”, sostiene el atestado policial.

El atestado concluye que el peatón no respetó el semáforo, en una vía de circulación rápida

No obstante, el atestado también se pronuncia sobre la actuación del conductor del turismo y en este sentido destaca “la falta de atención en la conducción por parte del conductor del vehículo implicado, ya que tenía que haberse percatado de la presencia de un cuerpo tan voluminoso como es la suma del peatón con el carro”.

Y en este sentido, añaden los agentes que aunque es cierto que el vehículo tiene la preferencia de paso en los ciclos semafóricos, se produjo “una falta de visión provocada por el deslumbramiento por el sol, sumado a la oscuridad producida por la sombra de los grandes árboles existentes en la mediana y que es justo esta zona sombreada por la que transita el peatón”.

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