La Justicia ha perdonado un total de 39.410,26 euros a un pensionista sevillano que llegó a acumular 22 créditos bancarios sin pagar, al haber solicitado nuevos préstamos para pagar los anteriores. Los abogados de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento se han encargado de llevar con éxito este caso, logrando en tan solo 8 meses la exoneración del 100% de la deuda gracias a la ley de Segunda Oportunidad.

En este caso, el deudor, aprovechando la “estabilidad económica”, pidió créditos para ayudar a su padre a adecuar el acceso a su vivienda debido a su reducida movilidad. Pronto, vio como estos préstamos tenían atrasos en los pagos y cada vez era mayor la deuda.

Para paliar las llamadas recobro decidió solicitar nuevos préstamos con los que ponía al día los anteriores. No obstante, esto no hizo más que sobreendeudarlo aún más.

Comenzó entonces un asedio de llamadas de amenazas de embargo hacia el deudor. Como comenta Pepe Domínguez, abogado de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, “este acoso suele ser normal y provoca en el cliente una situación de malestar y de estrés imposible de afrontar por sí solo. Además, dicho sea de paso, estos cobradores no suelen ser precisamente educados y comprensivos con el deudor.”

Fue entonces cuando en julio de 2022 solicitó el asesoramiento de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento y los abogados, tras comprobar que cumplía los requisitos, recomendaron acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, ya que carecía de bienes.

Domínguez asegura que desde la reforma aprobada por el Congreso el pasado verano, está aumentado la cantidad de gente que se interesa por la Ley de la Segunda Oportunidad. “Resolver la deuda con más de veinte entidades crédito en menos de un año alienta a muchas familias a informarse sobre el procedimiento. Gracias a la última reforma concursal y a que son los Tribunales Mercantiles de nuevo los que llevan estas solicitudes no está existiendo mucho colapso judicial. Al menos en Sevilla”.

¿Hay un máximo de deudas que te pueden exonerar?

El mayor miedo que tenía el pensionista sevillano era que al deberle a tantas entidades distintas, algunas complicasen la consecución de la exoneración. No obstante, habida cuenta de que no existía patrimonio a nombre del cliente y carecer éste de antecedentes penales, ha sido un proceso “exprés”.

Cabe destacar que no existe un máximo de acreedores ni un máximo de deuda pendiente a exonerar, sino que se libera al deudor de toda deuda que tenga antes de la declaración de concurso, independientemente de la cuantía, siempre que se considere que el origen de estas ha sido fortuito.

Cumplidos los requisitos para este BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho), el pasado 9 de marzo se aprobó este derecho de empezar de nuevo sin deudas a este hispalense. Un final feliz para un calvario financiero y anímico que arrastraba desde 2016.