Patrimonio Histórico

La estética de la Avenida, una misión imposible para el Ayuntamiento de Sevilla

  • Todos los intentos de reducir la contaminación paisajística en el entorno de la Catedral han fracasado

La estética de la Avenida, una misión imposible para el Ayuntamiento de Sevilla

La estética de la Avenida, una misión imposible para el Ayuntamiento de Sevilla / Antonio Pizarro (Sevilla)

La ciudad de las dos velocidades avanza en una dirección positiva, o eso pretendemos creer, y en otra negativa, que se palpa con claridad en la vida cotidiana. Sevilla acogerá la Agencia Espacial Española, la gala de la entrega de los Goya el 11 de febrero, vivirá un Santo Entierro Grande que, al menos, tendrá su impacto económico y continúa la multiplicación de hoteles y apartamentos turísticos, lo que supone el fortalecimiento (aunque desmedido) de nuestro sector industrial más potente. En el sentido contrario, parece imposible poner coto a procesos evidentes como es la fealdad y chabacanización del entorno de nuestro monumento más importante: la Catedral. Llevamos años con un debate abierto que parece que ha servido para poco. Los nuevos negocios de la Avenida de la Constitución confirman la tendencia a la vulgarización de una arteria principalísima de la ciudad por los núcleos que conecta, por su importancia en la vida urbana y por acoger la fachada principal del templo metropolitano.

Hay veces que cualquiera puede concluir que más valdría tener un gran espacio abierto que, como ocurre con las catedrales de otras ciudades, permitiera lucirse a esta gran montaña hueca, primer templo en el rango tradicional de la ciudad. Piensen en cualquier Catedral de España. Todas tienen una enorme plaza que realza el protagonismo del templo. Sevilla, en cambio, sufre una Avenida cargada de negocios franquiciados, rótulos estridentes, fachadas de colores disonantes en la mayoría de los casos, veladores y cachivaches de todo tipo y la falta de sombra en una ciudad con cada vez más largos períodos de calor.

Veladores altos junto al carril bici y el del tranvía Veladores altos junto al carril bici y el del tranvía

Veladores altos junto al carril bici y el del tranvía / M. G. (Sevilla)

El Ayuntamiento obligó al Servicio Andaluz de Salud (SAS) en noviembre de 2018 a retirar el rótulo de la fachada, localizada justo enfrente de la Parroquia del Sagrario. Sonó a medida pobre y hasta un punto irrisoria. Mejor esbozar una sonrisa que llorar. De poco sirvió la eliminación de las letras y el logo. El propio edificio ya es feo de por sí, pero hasta genera ahora una mejor percepción si se tienen en cuenta los horrores que han marcado este espacio urbano en la última década.

Veladores y otros obstáculos justo enfrente de la Catedral. Veladores y otros obstáculos justo enfrente de la Catedral.

Veladores y otros obstáculos justo enfrente de la Catedral. / Antonio Pizarro (Sevilla)

Operarios de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla comenzaron a retirar a finales de octubre de ese mismo año los elementos publicitarios del entorno de la Catedral. El Ayuntamiento intervino de manera subsidiaria al no iniciar estos establecimientos los trámites para ajustar sus rótulos, carteles y demás reclamos de acuerdo con el plan de instauración de una estética única que se impulso entonces. El Ayuntamiento dio entonces dos meses de plazo para que los establecimientos de la Avenida de la Constitución, la calle San Fernando y la Puerta de Jerez cambiaran sus reclamos publicitarios por el modelo único diseñado por la Gerencia con el objetivo de armonizar la estética del entorno de los principales monumentos de la ciudad.

Un estudio previo a la aplicación de esta medida detectó que el 80% de los elementos publicitarios de la Avenida, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando no se ajustaban a la ordenanza municipal. Entre ellos, figuraban entidades bancarias, despachos profesionales, oficinas, bares y comercios y sedes administrativas, como el caso referido del Servicio Andaluz de Salud, con un rótulo verde en la fachada. No se trataba de eliminar cualquier rótulo de publicidad, sino de hacerla respetuosa con los valores patrimoniales del enclave. Otro ejemplo fue el de la Oficina de Turismo situada junto al Archivo de Indias, donde se suprimió el de color rojo intenso que suponía una alteración en el paisaje urbano y se recuperó el rótulo en cerámica sevillana.

Los elementos de publicidad, como los anuncios abatibles, proliferan alrededor de la Catedral. Los elementos de publicidad, como los anuncios abatibles, proliferan alrededor de la Catedral.

Los elementos de publicidad, como los anuncios abatibles, proliferan alrededor de la Catedral. / Antonio Pizarro (Sevilla)

Urbanismo impulsó un plan de trabajo para la protección del paisaje urbano, con un diagnóstico previo que contaba con un presupuesto de 72.000 euros de licitación y que sirvió de base a la elaboración de una ordenanza para la regulación del paisaje de la ciudad. La idea era que no se redujera al casco antiguo, sino que se realizara una evaluación amplia sobre los distintos elementos que intervienen en el paisaje y en el patrimonio. En concreto, el objetivo era revisar los considerados como principales hitos paisajísticos patrimoniales (Giralda, Torre del Oro...), las principales vías de acceso, fachadas urbanas significativas, con especial atención al río, bordes urbanos e itinerarios metropolitanos, las vistas más significativas y también el mobiliario urbano y las ocupaciones de la vía pública.

En ocasiones los colores estridentes de la fachada sino en el interior, pero el efecto es el mismo En ocasiones los colores estridentes de la fachada sino en el interior, pero el efecto es el mismo

En ocasiones los colores estridentes de la fachada sino en el interior, pero el efecto es el mismo / Antonio Pizarro (Sevilla)

Más de cuatro años después, la estética de la Avenida no solo no es unitaria, sino que ha ido a peor. Y el entorno de la Catedral, especialmente la calle Alemanes, es una falta de respeto perpetua contra esa fachada de la Catedral que se caracteriza por la bellísima Puerta del Perdón, por la que salen los miles de turistas diarios, y la Institución Colombina. Los veladores llegan ya hasta la misma fachada del Palacio Arzobispal, además de los rótulos, elementos publicitarios fijos y movibles que lastran la estética de esa acera de la calle.

El objetivo de la Gerencia de Urbanismo estaba bien definido en un plan que todavía está pendiente de aprobación. Se trataba de combatir la vulgarización, reordenar los espacios, eliminar elementos redundantes, equilibrar el uso privado y público de los espacios, acabar con la ocupación indiscriminada de la vía pública, la incorporación de nuevo mobiliario y arbolado, acabar con los impactos visuales negativos... en definitiva, hacer la ciudad más “habitable” y amable para los ciudadanos.

Basta un paseo por la zona de la ciudad –que además cuenta con la declaración de Patrimonio de la Humanidad– para concluir que hay mucho trabajo por hacer. Cada vez más. Meter en cintura a los establecimientos, obligarles a ser respetuosos con el patrimonio único que tienen tan próximo y que es el que atrae a los clientes, resulta una misión imposible. La parte menos agredida del entorno de la Catedral es la de la Plaza del Triunfo y la calle Fray Ceferino González. La razón: no hay comercios.