La Caja Negra
¿Bancos o lápidas en la Plaza Nueva de Sevilla?
Sevilla/La burbuja hotelera sigue creciendo. El eje formado por Reyes Católicos, San Pablo y la Magdalena concentra cada vez más hoteles. Del hotel Lobby Rooms al Radisson de la Magdalena, pasando por el Bécquer que cumple ahora 50 años y sin olvidar el Kivir del Paseo de Colón. Y en breve se sumará a esta oferta un cuatro estrellas en la esquina de la citada calle San Pablo (edificios de los números 20 y 22) con Bobby Deglané (inmueble del número 2). Tres fincas que se rehabilitan para acentuar la concentración de negocios destinados al turismo en un enclave muy céntrico de una ciudad cada día condicionada más por los visitantes en sus infraestructuras y ven su vida cotidiana.
El Ayuntamiento ya maneja el proyecto de rehabilitación integral de un edificio donde se contempla la apertura un negocio de 26 habitaciones, de las que 19 serán dobles y siete tendrán la consideración de suite junior. Las habitaciones se repartirán entre las plantas primera, segunda y tercera. Se tratará de espacios amplios con la particularidad que las de la planta segunda tendrán terrazas. Las líneas estéticas del hotel tendrán el objetivo de buscar “funcionalidad y confort” y “personalidad y elegancia”. El del número 20 de la calle San Pablo se trata de un edificio catalogado en el vigente PGOU, aunque solo cuentan con la categoría de nivel parcial en grado segundo por lo que el proyecto solo tiene que conservar la fachada y la primera crujía. El inmueble del número 22 tiene un nivel de protección parcial en grado primero, lo que obliga a proteger la fachada, la primera crujía y el patios. El uso general de los edificios es el de restaurante, por lo que se plantea la modificación a uso hotelero.
La entidad promotora es Citrus and Cóctel, S.L. El presupuesto es de más de 1,7 millones de euros, de los que algo más de medio millón se destinan exclusivamente a instalaciones. El proyecto valora por encima de todo la privilegiada ubicación del hotel, a pocos metros del Puente de Triana y de la Plaza de la Magdalena, en una zona comercial, con patrimonio histórico-artístico de primera calidad, una buena oferta de hostería y bien comunicada con el resto de la ciudad. En pleno debate sobre los efectos de un turismo invasivo y la multiplicación de los apartamentos y pisos turísticos, llega este nuevo proyecto localizado en pleno centro de la ciudad. En un eje urbano que acentuará su vinculación con el sector servicios, como ocurre con la Avenida de la Constitución y la Plaza Nueva, que en los últimos diez años ha mudado de piel.
El
En el caso de los apartamentos, solo hay un caso reciente en que la empresa promotora haya dado un paso atrás, como ha ocurrido con el privilegiado inmueble de la Plaza de Santa Cruz que fue la casa del arquitecto Talavera y la sede del restaurante Albahaca. Finalmente será una vivienda unifamiliar y, por lo tanto, no se redundará en una oferta turística que colapsa descaradamente un barrio como el de Santa Cruz, sobre el que ya se ha pronunciado el alcalde para poner un tope a estas modalidades de alejamiento que están vaciando el centro histórico de sevillanos.
En este contexto hay un clásico que cumple 50 años de servicio en la ciudad y lo quiere hacer con un marcado carácter social. El decano de los negocios hoteleros de la zona, el Hotel Bécquer, fue inaugurado en septiembre de 1973, por lo que está de aniversario. Tras cinco décadas de andadura hotelera, con una trayectoria familiar muy significativa en la ciudad, se enorgullece de celebrar este especial aniversario promoviendo doce causas sociales, una por cada mes del año.
El 7 de septiembre de 1973 abrió sus puertas el Hotel Bécquer de Sevilla en la calle Reyes Católicos, estrenando un edificio reconstruido del siglo XIX que anteriormente fue una casa palacio. Se trasladaba así la tradición hotelera familiar que está detrás de la marca, y que venía de años de experiencia ya en la plaza Nueva, donde se le conocía como Hotel Cécil-Oriente.
El hotel realizará una acción social significativa por cada mes del año. Tanto la propiedad como la directiva y el propio equipo del hotel se enorgullecen de estar muy comprometidos con la sociedad en la que habitan, de ahí la importancia de lanzar este programa anual. Las acciones han sido ya varias. Empezando por el reparto de alimentos y ropa a personas necesitadas del centro de la ciudad, que realizó parte de la plantilla en el pasado mes de enero, pasando por la ayuda colectiva de trabajadores y conocidos para los necesitados del terremoto de Turquía en el mes de febrero, o promoviendo una convivencia en forma de Gymkhana para conocer mejor los secretos e historia de Sevilla se ponen de manifiesto las primeras acciones sociales del año.
Los próximos meses se prevén realizar otras actividades como, por ejemplo, concursos de diferentes temáticas, convivencias familiares, jornadas de puertas abiertas, recogida de basura por el río, aportaciones al banco de alimentos de Sevilla, etcétera. El hotel Bécquer siempre ha estado especialmente sensibilizado con la responsabilidad social corporativa y quiere mostrar así su cara más social a través de estas acciones. Hay hoteles que quieren dejar claro su compromiso con la ciudad y el momento es quizás el más idóneo, porque el turismo del que vive la ciudad también muestra su cara menos amable por los excesos.
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