A vista de pájaro o desde un dron se observa una gran calva en las obras de la SE-40 de Sevilla. Este punto ciego condenado a la parálisis, mientras avanzan los tramos situados a uno y otro extremo, son precisamente los más de cinco kilómetros que se proyectaron bajo el río, desde Dos Hermanas a Coria. Es justo el tramo contiguo al que ahora se está ejecutando en la actualidad entre Alcalá y Dos Hermanas con 28 millones (subtramo 1) y 53,7 millones (subtramo 2) respectivamente.

Esta es la madre del cordero de la segunda ronda de circunvalación sevillana: cuándo se va a ejecutar ese paso clave del río que necesita la capital para mejorar su conexión con el Aljarafe y con el resto de provincias andaluzas,sobre todo Cádiz y Huelva, y con Portugal.

Plataforma civil por y para una Sevilla con futuro #SevillaYA, donde está representada toda la provincia, está batallando para presionar a las administraciones a que no olviden las infraestructuras clave que llevan años ralentizadas. Esta plataforma ha dejado claro que los túneles de la SE-40 entre Dos Hermanas y Coria son una de las obras irrenunciables para nuestro territorio y así se lo trasladaron ayer a los delegados andaluz y sevillano del Gobierno central. El Puerto de Sevilla también necesita que se ejecute el paso bajo el río de la segunda ronda para agilizar la salida y entrada de mercancías por carretera.

La decisión sobre este tramo esencial de la SE-40 está en manos del Ministerio de Fomento, que lleva años sopesando el proyecto que se aprobó en su día por considerar que la solución técnica proyectada para ejecutar los túneles “es claramente insuficiente” por las filtraciones de agua y las dificultades de perforación del terreno bajo el río Guadalquivir. La madre del cordero son los 800 millones que cuesta hacer estos subterráneos.