La ciudadanía española cada vez es más consciente de la necesidad de garantizar la protección de los animales, sobre todo los que conviven con los humanos. Tanto es así, que desde enero del año 2022 los animales son seres dotados de sensibilidad, tal y como recoge el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el Código Civil español.

También desde hace meses numerosos medios de comunicación han ido publicando diferentes prohibiciones, obligaciones y multas que se llevarán a cabo una vez que entre en vigor la Nueva Ley de Bienestar Animal, que a pesar de haber sido aprobada el pasado jueves 9 de febrero en el Congreso de los Diputados aún tiene que ser tramitada por el Senado.

La ley ha sido muy criticada y debatida entre diferentes colectivos, ya que a pesar de que las claves de dicha ley se centraban en evitar el abandono animal, el maltrato y el sacrificio cero, lo cierto es que desde que el PSOE llevó a cabo una enmienda en la que pedían que se excluyera a los perros de caza, todos los partidos políticos han debatido sobre el tema.

De hecho, el proyecto de ley de bienestar animal ya ha arrancado su próxima andadura en el Senado, y ya ha concluido el plazo de presentación de enmiendas parciales y vetos de los grupos para la devolución de una norma cuya fecha limite de tramitación se ha fijado para el 9 de marzo.

Pero, ¿qué otro tipo de prohibiciones se llevaría a cabo una vez que entrara en vigor?

Collares prohibidos para perros

Desde Mascotíssimas hemos ido informando sobre algunas prohibiciones de esta Ley, como por ejemplo dejar a tu perro solo en la azotea, dejar a tus mascotas solas en casa más del tiempo permitido, no tener un seguro para ellos, etc. 

Pero también el artículo 27 indica una nueva medida en relación al uso de los collares. El texto especifica que: "se prohíbe el uso de cualquier herramienta de manejo que pueda causar lesiones al animal, en particular collares eléctricos, de impulsos, de castigo o de ahogo".

Muchas personas utilizan este tipo de collares para intentar “educar” a su peludo, aunque numerosos estudios afirman que esta no es la mejor manera para hacerlo, si no utilizando el refuerzo positivo.