¿Qué es un cameleopardo? El nombre antiguo de las jirafas
Julio César introdujo este animal en Europa
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Las jirafas son uno de los animales más fascinantes que hay, y no solo por su cuerpo, en el que destaca su largo cuello. Tienen otras características que hacen de él uno de los más interesantes.
Este animal es originario de África y sus primeros fósiles se identificaron hace aproximadamente un millón y medio de años. Se cree que las primeras jirafas compartirían muchas semejanzas con los ciervos y que su tamaño sería menor al que tienen en la actualidad.
Julio César fue quien introdujo la primera jirafa en Europa, y la trajo tras una de sus campañas en Asia menor y Egipto. Los romanos no tenían del todo claro qué animal tenían delante, y lo bautizaron como 'cameleopardo', ya que por sus manchas y el aspecto que presentaba la vieron como una mezcla entre un camello y un leopardo. Una denominación que, hoy día, sigue muy presente, y es que el nombre científico del animal es 'Giraffa camelopardalis'.
Su cuello, objeto de varias teorías
El cuello de la jirafa es lo que más resalta del animal, que puede tener una longitud de unos dos metros y medio. Aunque una curiosidad interesante es que esa parte del cuerpo presenta el mismo número de vértebras que la de los humanos (7), solo que en su caso son mucho más largas.
Respecto al desarrollo del cuello, se cree que fue creciendo lentamente a la vez que lo hacían los árboles de los que se alimentaban, para así poder seguir haciéndolo. Esto se conoce como Teoría de Lamarck, que, según ella, los órganos de las especies se desarrollan según su entorno, para poder adaptarse a él y sobrevivir.
Hay otras teorías como la de Charles Darwin. Él apuntó que algunas jirafas tenían una mutación genética que les hacía tener unos cuellos más largos. Y estas eran las que podían comer más y, por lo tanto, las más fuertes. Así que estos patrones genéticos se lo pasaban a sus descendientes.
Las que no podían alimentarse no tenían la fuerza suficiente para poder reproducirse, por lo que morían sin pasar sus genes y las jirafas 'débiles' terminaban extinguiéndose.
Otra teoría desliza que el cuello de los machos se hizo más largo para diferencia de las hembras, aunque parece menos posible porque no se ha podido demostrar.
La genética interna de las jirafas también se vio modificada para poder soportar el peso de sus largos cuellos. La musculatura de los hombros tuvo que hacerse más fuerte y el sistema cardiovascular se adaptó para que cuando inclinaran su cabeza al beber, la sangre no llenara el cerebro.
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