El pasado viernes una mujer de 66 años se vio en la obligación de separar a dos de sus perros de una fuerte pelea sin llegar a imaginar que al meterse uno de ellos (un cruce de pitbull) le arrancaría la mitad de un brazo y la mano del otro brazo. 

El suceso tuvo lugar en la ciudad cordobesa de Alta Gracia (Argentina), pero lo más curioso de este suceso es que la mujer estuvo callada sin decirle nada a nadie durante varios días por temor a que le quitaran a sus animales. 

La escena era terrorífica, según contaba el comisario inspector Diego Cambronero, jefe departamental, a El Doce TV: "tenía amputado el antebrazo derecho y graves lesiones en la mano izquierda y en el estómago. Pero lo único que repetía era: "No me saquen a los perros"". 

Cuando vieron las heridas de la mujer se la llevaron rápidamente al hospital donde pudo ser atendida: "La mujer está bien, pero tiene una enorme lesión en el brazo derecho desde el codo hacia abajo con pérdida de la mano, del músculo y el hueso expuesto", dijo Enrique Nicolás Fernández, director del sanatorio, según contaba el periódico Clarín. 

Aunque la mujer está mejor de lo que se podría esperar, llegó sin hemorragia y deshidratada aunque el otro brazo presenta "heridas lacerantes múltiples, con pérdida de sustancia" y añadió que "probablemente reciba una amputación doble. Veremos la evaluación vascular. Hasta ahora el brazo derecho prácticamente quedó amputado naturalmente. Y veremos qué pasa con el brazo izquierdo", indicó.

Una pelea entre perros

Una de las primeras cosas que aconsejan los expertos en relación a una pelea de perros es que no te involucres personalmente y de manera muy directa, y más aún si eres la única persona que está viviendo dicha pelea. Pero la mujer obvió esta información y se metió en una pelea entre dos de sus perros, uno de ellos (pitbull) recientemente rescatado y que todavía no conocía bien el lugar.

La policía encontró numerosos animales en jaulas y caniles, algunos atados, en condiciones paupérrimas. Carolina Romagnoli, presidenta de la Fundación Amigos del Mejor Amigo (ADMA), protectora de animales de Alta Gracia, aseguró a AG Noticias que en el lugar había más de 15 perros, más de 15 gatos, cachorros, gallinas, gallos, animales de consumo y hasta conejos.

La mujer se dedicaba a rescatar animales de la calle sin ser consciente de las pésimas condiciones en la que estaban viviendo (tal y como ocurre con las personas que tienen el Síndrome de Noé): "Cuando nos empezaron a denunciar antes estos casos, ella no nos permitía el ingreso y solo pudimos ver los animales que se encontraban afuera. El sitio no era habitable siquiera para un ser humano". 

Según algunos testigos "los animales no tenían agua ni comida, estaban arriba de sus heces y de su orina, no tenían luz ni aire y ella (por la mujer) vivía en el mismo lugar".