El tiburón es uno de los animales con peor fama del planeta y esto se debe, entre otras, a las terroríficas películas que se han hecho sobre ellos (muy lejos de la realidad). De hecho, en 2021 se registraron menos de 70 ataques de tiburón, de los cuales solo murieron 6 personas. 

Lo que vivió el buzo Josh Eccle fue algo que jamás olvidará, ya que mientras hacía una inmersión se acercó a él rápidamente una hembra de tiburón galano (o limón), una especie de tiburón que pertenece a la familia Carcharhinidae que puede crecer hasta los tres metros. 

Este imponente animal es la representación física del poder y la intimidación dentro del mar, pero desde el primer momento el buzo entendió que esta hembra de tiburón solo estaba pidiendo ayuda. Josh se dio cuenta que en la parte inferior de su cuerpo tenía clavado un anzuelo, por lo que no dudó en ningún momento ayudarla. 

El metal parecía estar muy clavado en su vientre e intentó en varias ocasiones quitárselo mientras le acariciaba el centro de su cara (esta es una de las mejores formas de controlar a un tiburón, ya que no tiene visión alguna de lo que está ocurriendo y de esa manera estará más tranquilo). 

No cabe la menor duda de que sentir el contacto directo de un tiburón impone mucho respeto, pero Josh se armó de valor y después de varios intentos consiguió sacar el anzuelo de esta hembra. Parece que se sentía tan agradecida que volvió a Josh para tocarlo suavemente con su cabeza y luego desaparecer entre el agua cristalina. 

Los compañeros que acompañaban a Josh filmaron el encuentro y el rescate y fue compartido por miles de usuarios que aplaudieron el noble gesto del buzo. Por desgracia miles de animales mueren cada año en manos del hombre por ataques con redes de pesca u otras herramientas.