Mini ha presentado las nuevas generaciones de sus modelos más extremos: el que será el más pequeño, el Mini Cooper con carrocería de tres puertas -el mismo nombre se usaría para los cinco puertas o cabrio- que estrena su quinta generación y orientación claramente urbana; y el más grande, el Countryman, un SUV de, ahora, 4,43 m de largo, 14 cm más que si su antecesor y destinado al uso familiar. Del Cooper, y por el momento, la marca no ha aportado datos sobre sus dimensiones.

Tanto uno como otro comenzarán a fabricarse este invierno en la planta de BMW de Leipzig, lo que supone que ambos MIni se ensamblarán por primera vez en una factoría alemana.

Ambos tienen en común que dispondrán de versiones con sistemas de propulsión eléctricos, un hito en un camino hacia el propósito de que la marca sea totalmente eléctrica en 2030. Con ellas convivirán versiones, durante unos años, con motores de combustión, si bien Mini aún no ha revelado detalles sobre ello.

El Cooper se pondrá a la venta con dos motores y, cada uno de ellos, asociado a una batería de diferente capacidad.

En el caso concreto de sus variantes eléctricas -las que han sido ahora desveladas-, tanto Cooper como Countryman dispondrán de dos alternativas: en el Cooper ambas con un único motor situado en el eje delantero y diferenciadas por la potencia con que cuentan, así como por la capacidad de la batería; en el del Countryman por la disponibilidad de uno o dos motores y, por tanto, también con distinta potencia. A ellos, en abril del año que viene, se les sumará el Aceman, un modelo destinado al segmento de los pequeños premium.

En el Mini Cooper la autonomía homologada de la versión menos potente será de 305 km, por los casi 100 adicionales que tendrá el Cooper SE

El Mini Cooper E tendrá una potencia de 184 CV (135 kW) y un par máximo de 290 Nm, de modo que podrá acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 s; mientras que el Cooper SE contará con 218 CV (160 kW) y 330 Nm, acelerando en la misma prueba en 6,7 s.

En el primer caso la batería de iones de litio tiene una capacidad de 40,7 kWh, mientras que en el Cooper SE se recurre una un 25 por ciento más capaz: de 54,2 kWh. Así, la autonomía conforme al ciclo de pruebas WLTP es de 305 km en el caso del Cooper E y 402 en el Cooper SE.

La batería del Cooper puede cargarse, en las dos variantes, con corriente altera trifásica usando potencias de hasta 11 kW, mientras que con la continua varía: son 75 kW para el Cooper E y 95 kW para el Cooper SE.

La diferencia fundamental entre los dos sistemas de propulsión eléctrico del Countryman estará en si cuentan con uno o dos motores. Técnicamente, es un coche semejante al BMW iX1.

Siguiendo con los sistemas de propulsión eléctricos, en este caso del Countryman, la versión con motor delantero tiene una potencia de 204 CV (150 kW) y un par máximo de 250 Nm, por los 313 CV (230 kW) y 494 Nm que alcanza la que cuenta con dos. Son, respectivamente, los Countryman E y SE All4, y aceleran de 0 a 100 km/h el primero de ellos en 8,6 s y mientras que su velocidad punta es 170 km/h, por los 5,6 s y 180 km/h del segundo.

En este SUV ambas versiones comparten la misma batería de 66,45 kWh útiles. Con su energía el Countryman E homologa un alcance de 462 km por los 433 del Countryman SE All4. Para sus recargas se pueden usar potencias superiores a las del Mini Cooper, en tanto que con corriente alterna el sistema de propulsión de los dos SUV admite hasta 22 kW por los 130 kW que puede recibir en el caso de usar corriente continua.

El Cx es de 0,28 para el Mini Cooper, por el 0,26 para el Countryman. Este último dato mejora sustancialmente a su antecesor, quien contaba con un coeficiente de penetración aerodinámica de 0,31.

En esta nueva generación del Mini Cooper se mantienen referentes de diseño como los faros circulares o el marco de la parrilla octogonal, ahora bien, los primeros ya no tienen el aro exterior cromado. Como en el Countryman, que también evita el uso de aros cromados en sus faros principales, la silueta está caracterizada por voladizos cortos y, en estos dos nuevos modelos, ruedas aún más grandes -de mayor diámetro de llanta y sección- de las que contaban ambos anteriormente.

Tanto en el Cooper -en la imagen- como en el Countryman, la disposición del salpicadero es muy semejante.

En el interior, ambos Mini se apuntan a la corriente del minimalismo que ya adelanta su diseño exterior, reduciendo el número de componentes en, por ejemplo, su salpicadero. Aquí, tras el volante se puede contar con head-up display opcional con realidad aumentada que ofrece la información más relevante al conductor, de modo que no hay una pantalla adicional de instrumentación: lo que se ofrece usualmente aquí estará en la pantalla central.

El protagonismo de lo que antes Mini denominaba "instrumento central" es indiscutible. En ella está la instrumentación y muchas funciones de confort y seguridad.

De hecho, será el centro de atención del salpicadero con una alta resolución, extremadamente delgada y de 24 cm de diámetro. Trabaja con el Mini Operating System 9 -un desarrollo de BMW basado en Android- que permite que las funciones y manejarse mediante el tacto o la voz natural, activable bien mediante un botón en el volante o el saludo"Hey Mini". Este sistema está conectado a Internet para facilitar el uso de servicios como el de navegación, tráfico, etc, así como para permitir la descarga de actualizaciones o acceso a una tienda de aplicaciones.

El espacio por debajo del salpicadero queda liberado para, por ejemplo, situar espacios para las bebidas.

Bajo el salpicadero, se sitúa en los dos Mini una barra que permite acceder a las funciones de conducción más usuales -freno de estacionamiento, selector del cambio, arranque y parada del motor, selección de los modos de conducción, que serán tres para el Cooper; o control de volumen-, lo que libera espacio.

Otras innovaciones son la posibilidad de desbloqueo de puertas o arranque con el teléfono móvil, las cuatro cámaras que dan una imagen panorámica alrededor de los coches o un sistema de iluminación ambiental con tiras de ledes distribuidas por buena parte del habitáculo. Para el SUV, Mini anuncia la disponibilidad de un nivel 2 de conducción autónoma.

Mini no sólo ha buscado más espacio en el interior del Countryman con su crecimiento de tamaño, sino que los asientos traseros son modulables de muy diferentes formas.

En el Mini Countryman, además de con un techo panorámico como el que también tiene el Cooper, se cuenta con regulación longitudinal, sobre 13 cm, para la segunda fila, de modo que, junto a la posibilidad de regular la inclinación de los respaldos traseros en seis posiciones variando hasta 12º, es posible favorecer al máximo el confort de los pasajeros o buscar, sin sacrificar plazas, la mayor capacidad del maletero, con hasta 460 litros. Un gancho de remolque, escamoteable cuando no se usa, permite arrastra de hasta 1.200 kg.