Motor

Radares y controles de alcoholemia para las motos acuáticas

Un pareja se divierte conduciendo una moto acuática este verano

Un pareja se divierte conduciendo una moto acuática este verano / PIXABAY

Son uno de los grandes reclamos del ocio en algunas playas y puertos deportivos de Andalucía pero no todo el mundo náutico está contento con su presencia en el mar. Las motos de agua se han convertido en los últimos años en la chica mala de la clase para clubes náuticos, pescadores, amantes del buceo y del surf o simplemente bañistas que quieren pasar un día tranquilo bañándose en el mar.

La sensación es que muchos de los usuarios de motos de agua campan a sus anchas, jugando con un vehículo que puede superar con facilidad los cien kilómetros por hora, sin respetar el entorno en el que se mueven, pese a que existen ciertas normas que deben cumplir, y algunos se han puesto manos a la obra para paliar la falta de educación con un aumento de la vigilancia. Así, en lugares como Málaga han implantado este verano los radares y controles de alcoholemia para las motos acuáticas.

Una conducción temeraria a bordo de una moto de agua no sólo puede poner en peligro la vida del que la usa, sino también pone en peligro a bañistas y otros usuarios de embarcaciones de recreo y disciplinas deportivas o de ocio. Tanto desde el Ayuntamiento, que dispone de las competencias de vigilar y controlar las zonas del litoral, como el Servicio Marítimo de Guardia Civil y Capitanía Marítima de Málaga, en este caso, ya manejaban directrices para perseguir y multar por ciertas actitudes negligentes como el fondeo en zona de baño, no hacer uso de chaleco salvavidas homologado o realizar actividades ilegales en el canal náutico, pero faltaban por implementar algunos procedimientos más estrictos para llamar la atención de los más osados surcando el mar. 

El nuevo dispositivo incluye las multas por exceso de velocidad en el acceso o salida al mar por los canales náuticos

El dispositivo pionero iniciado este mes de agosto incluye las multas por exceso de velocidad en el acceso o salida al mar por los canales náuticos (5 km/h) y las pruebas de alcoholemia a los conductores de de motos de agua a su salida del mar. El modus operandi es el siguiente: Las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil dan aviso de posibles comportamientos incívicos y susceptibles de infringir la normativa, y agentes de la Policía Local se encargan de acercarse al lugar para constatar el comportamiento del usuario y medir la velocidad, tal y como recogen las imágenes de @SocialDrive_es. Y ya ha empezado a dar sus frutos. 

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