El Rafale fabricado por Dassault es el avión de combate más moderno del ejército del aire francés. Muy polivalente por sus capacidades -incluso tiene una versión embarcada-, el Eurofighter Typhoon sería su equivalente español entre los cazas de la generación 4.5. Más avanzados tecnológicamente, de la quinta generación, apenas hay un par de ellos en todo el mundo.

Viene a cuenta esta digresión porque Renault ha decidido llamar así, Rafale, a su nuevo SUV coupé, aunque en realidad lo ha hecho evocando en otro avión, uno mucho más antiguo. Y es que Renault rememora, de este modo, su vinculación con la aviación, un campo en el que la marca francesa fue muy activa a principios del siglo pasado con la producción de motores y que daría origen a un monoplaza desarrollado como cazarécords: el Caudron C.430 Rafale. Fue un biplaza, del que se construyeron dos ejemplares, con motor de pistón de madera y tela que, en 1934, y gracias a un motor Renault de cuatro cilindros, 6,2 litros y 150 CV fue capaz de volar a 292 km/h en 100 km. Establecía así una marca para los aviones de menos de 560 kilos.

El Rafale es un SUV coupé, una silueta en la que Renault se estrenó con el Arkana.

El Renault Rafale, además, se ha presentado para remarcar esta ligazón en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de Le Bourget, un evento bianual que reúne las principales novedades militares y civiles europeas en relación al mundo de la aviación.

El Rafale de cuatro ruedas, un SUV de 4,71 m de largo, tendrá que ver mucho con los recientes lanzamientos de Renault, Austral y Espace en tanto que los tres comparten la misma base técnica, la plataforma CMF-D, asimismo utilizada por los Nissan Qashqai y X-Trail.

Entre los elementos más llamativos de este modelo estará el tratamiento de la parrilla frontal, con un realce de los rombos que aparece y desaparece según el punto de vista.

Como los otros dos SUV de Renault mencionados, el Rafale también se producirá en la misma planta, la de Villamuriel de Cerrato (Palencia), con el objetivo de que esté en los concesionarios en la primavera del año que viene.

Motores de 200 y 300 CV

Entre sus innovaciones estará contar con una versión híbrida enchufable, un sistema de propulsión que Renault sólo ha empleado, hasta ahora, en los Captur y Mégane. Rendirá 300 CV y utilizará en un motor eléctrico en el eje trasero para, de este modo, contar con tracción total. También dispondrá de un sistema de dirección a las cuatro ruedas, el 4Control Advanced. Este sistema permite que las ruedas posteriores giren en la misma dirección que las delanteras o en la contraria, de modo que, respectivamente, aumenten la estabilidad o la maniobrabilidad.

El otro motor del Rafale será uno ya conocido, estrenado en el Austral y el único hoy disponible para el Espace que en el nuevo SUV será el primero con el que contará la red comercial. Se trata del sistema, full-hybrid serie-paralelo con un motor térmico 1.2 de 130 CV y un eléctrico para la tracción de 68 CV (50 kW) alimentado por una batería de 2 kWh. La potencia total es de 200 CV y su consumo medio homologado de 4,7 l/100 km, una décima más que el del mejor de los Austral y Espace. Con este último, el siete plazas, el Rafale tiene en común su distancia entre ejes: 2,74 m, 7,3 cm superior a la del Austral. Sin embargo, dinámicamente debe ser diferente por los ajustes que Renault dice haber realizado en la dirección o suspensiones.

Un techo con cristal electrocrómico permitirá prescindir de la cortinilla y ganar espacio vertical en el habitáculo.

El Rafale estará disponible en cinco colores de carrocería, incluidos dos nuevos: blanco satinado nacarado y azul Alpine. También tendrá la posibilidad de incorporar un techo panorámico de 2,4 m2 que, desarrollado por la compañía Saint-Gobain, puede hacerse traslúcido o completamente opaco gracias a un cristal elecrómico: pierde la transparencia al aplicarse una corriente eléctrica. Este recurso, que permite eliminar la necesidad de una cortinilla, es de uso bastante frecuente en el mundo de la construcción.

El maletero tendrá un volumen de 647 litros. En el Austral alcanza los 430 con el mismo motor de 200 CV, mientras que en el Espace es de 581 o 477 litros, según la configuración sea de cinco o siete plazas.

En el habitáculo, se mantiene el diseño de los Austral y Espace y, como en estos, se dispone de una pantalla de 12,3" para la instrumentación y otra, ésta vertical, de 12" para el sistema multimedia. Sí, dice Renault, desarrollado unos nuevos asientos con mayores refuerzos laterales y con una tapicería específica en Alcantara. En la versión esprit Alpine este tejido está perforado y cuentan con un logo iluminado que se ajusta con la iluminación ambiental.

El espacio longitudinal debe ser uno de los puntos fuertes del Rafale a la vista de su distancia entre ejes.

Renault afirma haber prestado una atención especial al confort y conectividad de los pasajeros traseros al incorporar en el Rafale un reposabrazos central específicamente diseñado al uso de dispositivos electrónicos. Dispone de dos tomas USB, un espacio para guardar tabletas digitales y smartphones y dos soportes desplegables para ver cómodamente estas pantallas.

De pilar central hacia adelante, el Rafale es semejante a los Austral y Espace.

La conectividad no varía en relación a los otros SUV más recientes y, basado en Android, su sistema multimedia OpenR Link es compatible con teléfonos con cualquier sistema operativo. Tampoco hay variaciones en cuanto a las ayudas a la conducción, que son las mismas que pueden encontrarse en los Austral y Espace, incluyendo el nivel 2 de conducción autónoma en vías rápidas que combina la función de centrado automático en el carril con el control de velocidad de crucero adaptativo.