En Grüenheide está la planta europea de Tesla. En esta factoría alemana se fabrica el Model Y para los mercados de la región y, pronto, podría quedar confirmado oficialmente lo que hoy es aún un rumor a voces, tras darle crédito una persona con responsabilidad en la planta y difundirlo la agencia Reuters: la incorporación a su producción de un modelo asequible, de 25.000 euros, un SUV que podría denominarse Model 2.

Elon Musk, recientemente visitó la fábrica aprovechó la oportunidad para informar sobre sus planes a algunos de los invitados a reunirse con él y, si bien aún faltan concreciones al respecto, anunció simultáneamente a través de su cuenta en X de la incorporación a la su producción de un segundo modelo, luego confirmada por esa fuente anónima.

Tesla utilizó X para anunciar durante la visita a la fábrica alemana de la producción de un coche de 25.000 euros que se fabricará allí.

Este anuncio saca de la ecuación a la factoría de Tesla en Nuevo León (México), que era la que se proponía como "casa" para el futuro modelo económico de la marca, sobre todo, por los costes de producción asociados a los de la mano de obra.

El ensamblaje del Model 2 sería posible gracias a la ampliación de la fábrica, lo que también permitiría la producción de un millón de vehículos al año, lo que cuadruplicaría la actual cifra ofrecida por Tesla.

El Model 2 sería, como el Model Y, un SUV y, de hecho, se especula con que tendría un aspecto similar pero a escala compacta -el Model Y tiene una carrocería de 4,75 m de longitud, con 1,92 m de anchura y 1,62 de altura-. Dispondría de una plataforma distinta de producción más barata y que requeriría menos espacio en la factoría.

Algunos de los planes de Tesla fueron desvelados a los inversores y, entre ellos, están datos del futuro modelos compacto.

Además, para seguir conteniendo sus costes de producción, ese nuevo modelo utilizaría baterías de iones de lito con cátodos de ferrofosfato de litio (LFP) en lugar de las más comunes con níquel, manganeso y cobalto (NMC), de mejor rendimiento pero más costosas.

Adicionalmente, los motores podrían ser como los que usan, por ejemplo, BMW, Renault o Nissan, es decir, síncronos que prescinden de imanes y, consecuentemente, de la utilización de tierras raras -que no escasas- cuya extracción es polémica en tanto que tiene un alto impacto ambiental, además de utilizando en su construcción un menor porcentaje de carburo de silicio.

La batería del Model 2 tendría una capacidad de 53 kWh, según la propia Tesla desveló en un documento enviado a los inversores y en el que aparecían algunas especificaciones de futuros modelos de la marca.

La producción del nuevo modelo de Tesla en Alemania supondría la incorporación de una nueva línea de producción con una plataforma también más económica que las hasta ahora utilizadas por Tesla.

El precio de este nuevo SUV compacto le permitiría a Tesla, por tanto, incorporarse a un segmento que será clave para la democratización de los coches eléctricos en los próximos años: el de los 25.000 euros. En él participarán prácticamente todas las marcas, como ya han dejado claro grupos industriales como Stellantis, que recientemente lanzaba el Citroën ë-C3; Renault con coches como el R-5 o Volkswagen, quien llevaría a cabo la producción de varios modelos que se venderían por ese precio en las factorías españolas del consorcio a partir de 2025.

Estos lanzamientos, sumados a los que llegarían de la mano de otras marcas, corregirían una carencia con la que hoy cuentan la mayor parte de los fabricantes de automóviles en tanto que el precio se ha convertido hoy en la principal limitación para un mayor crecimiento de los vehículos eléctricos. En España, por ejemplo, su cuota de mercado es actualmente del 5 por ciento.