Calderón pide al Congreso de EEUU que actúe y frene el tráfico de armas

México y Estados Unidos estrechan lazos y critican la ley migratoria de Arizona · El líder mexicano insta a Obama a ayudarle en la lucha contra el narcotráfico

Obama y su mujer, Michelle, recibían a Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, ayer en Washington.
Obama y su mujer, Michelle, recibían a Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, ayer en Washington.
Agencias / Washington

21 de mayo 2010 - 05:03

El presidente mexicano, Felipe Calderón, pidió ayer al Congreso estadounidense que actúe y frene el flujo de armas que nutre a los cárteles de la droga desde el norte de la frontera, en un discurso ante el pleno del legislativo. "Hay un tema en el que necesitamos su cooperación: detener el flujo de armas letales a través de la frontera", dijo Calderón, en el segundo día de su visita a Estados Unidos.

"Entiendo completamente la sensibilidad política de este tema. Pero quisiera pedir al Congreso que nos ayuden y que entiendan lo importante que es para nosotros", dijo Calderón, quien aseguró que el 80% de las armas incautadas a los cárteles mexicanos provienen de EEUU.

En este sentido, Calderón pidió al Congreso considerar la restitución de la prohibición de venta de armas de asalto "para detener el abastecimiento de este tipo de armas a los criminales". Según los datos de su Gobierno, en los últimos tres años las autoridades han decomisado 75.000 armas en su encarnizada lucha contra el crimen organizado.

Todo esto ocurrió en un contexto en el que el presidente de EEUU, Barack Obama, no paró de agasajar a su huésped para reforzar las relaciones bilaterales entre ambos países vecinos en la primera visita de Estado del mexicano a Washington.

Las reuniones estuvieron protagonizadas por el tema de la inmigración. Al respecto, ambos reiteraron ayer su compromiso para cooperar en esta materia, cuya reforma exhaustiva en EEUU "se puede y se debe hacer", a juicio de Obama.

El Despacho Oval acogió una de las conversaciones de los dos líderes que duró cerca de dos horas, donde abordaron asuntos como la lucha contra el narcotráfico y las relaciones comerciales. Sin embargo, las cuestiones relacionadas con la frontera dominaron buena parte de la reunión.

En este sentido, el presidente mexicano aprovechó para criticar la ley estatal de Arizona, que convierte en delito el ser inmigrante ilegal. "Mi Gobierno no favorece que se rompan las reglas", pero "lo que necesitamos hoy es arreglar un sistema que no funciona", proclamó el líder mexicano.

"Rechazamos la criminalización de la inmigración", aseguró Calderón al reiterar su "firme condena" a esta iniciativa que, a su juicio, puede causar discriminación en el estado vecino. Además, lanzó un llamamiento a la cooperación para resolver el problema y al respecto aseguró: "Podemos lograrlo si creamos una frontera más segura que, en lugar de dividirnos, una a nuestros pueblos".

Por su parte, el presidente estadounidense consideró que la ley de Arizona -que las encuestas apuntan a que cuenta con el respaldo de la mayoría de los estadounidenses- representa "una expresión mal encaminada de la frustración" acerca del "sistema fallido de inmigración" en Estados Unidos.

Obama indicó que lo que evitaría que se repitan medidas así en otros estados del país es una reforma migratoria exhaustiva de manera que se pueda contar con una "inmigración ordenada y segura".

En el nuevo texto deberán incluirse elementos como sanciones a los patronos que contraten a trabajadores ilegales y una vía para la legalización de los indocumentados que pase primero por el pago de multas y el aprendizaje del inglés, según detalló Obama.

"Creo que si aprobamos algo así serán menos probables medidas como la de Arizona", indicó el presidente de EEUU, quien recordó que para conseguirlo es necesario el apoyo en el Congreso tanto de demócratas como de republicanos.

"No tengo ahora mismo 60 votos en el Senado", el mínimo necesario para evitar posibles vetos a la medida, recordó el presidente estadounidense, quien indicó: "No espero contar con todos los votos republicanos, pero necesito alguna ayuda" de ese partido para poder sacar adelante la medida.

El recibimiento al representante mexicano fue cálido y por todo lo alto. Obama y la primera dama, Michelle, dieron la bienvenida a Calderón y su esposa, Margarita Zavala, con 21 salvas en honor del líder visitante, una cena de Estado a la que estaban invitadas 200 personas, seguida de una recepción en la que actuaron artistas conocidos de cada nacionalidad: el dúo mexicano Rodrigo y Gabriela y la cantante estadounidense Beyoncé.

La Casa Blanca se esforzó en estrechar lazos, hasta el menú de la cena tuvo toques muy mexicanos con ingredientes estadounidenses, con platos como ceviche verde de pescado hawaiano o mole negro de res waygu de Oregón.

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