Seis días después del inicio del alto el fuego en Siria, los incidentes armados entre las partes en conflicto y las diferencias entre EEUU y Rusia, que acordaron hace una semana la tregua, amenazan la viabilidad del segundo cese de hostilidades en el país árabe en lo que va de año.

Más de 60 soldados sirios murieron ayer en un bombardeo atribuido a la coalición internacional encabezada por EEUU contra el Estado Islámico, según afirmaron tanto las autoridades rusas como las de Damasco. Tras esas acusaciones, el Ejército estadounidense confirmó que su aviación efectuó un bombardeo en los alrededores del aeropuerto de Deir al Zor, en el este del país, y consideró posible que alcanzara a tropas sirias.

El Pentágono admitió que era "posible" que sus bombardeos golpearan a personal y vehículos del Ejército del Gobierno sirio en la ciudad de Deir al Zor. En un comunicado, aseguró que creían estar atacando una posición de un grupo de militantes del Estado Islámico (EI) al que habían estado siguiendo durante "una cantidad significativa de tiempo". Las fuerzas del EI están fuera del acuerdo de tregua.

Sin embargo, según el Pentágono, personal militar ruso advirtió a las fuerzas de la coalición internacional que era "posible" que el personal y los vehículos a los que estaban bombardeando formaran parte del Ejército de Damasco y, entonces, decidió detener el ataque.

"El ataque aéreo se detuvo inmediatamente cuando funcionarios de la coalición fueron informados por las autoridades rusas de que era posible que el personal y los vehículos puestos en el blanco fueran parte del Ejército sirio", explicó el Pentágono en un comunicado del Comando Central estadounidense. En su nota, aseguró que las fuerzas de la coalición "no golpearían intencionadamente una unidad militar Siria" y se excusó recordando que Siria vive "una compleja situación con varias fuerzas militares y milicias operando en proximidad". "La coalición revisará este ataque y las circunstancias que lo rodean para ver si pueden aprenderse algunas lecciones", concluyó el comunicado.

El Pentágono no ofreció ninguna cifra sobre posibles muertos o heridos como resultado del ataque. No obstante, un portavoz del Ministerio de Defensa ruso, aseguró que el bombardeo dejó más de 60 fallecidos de las fuerzas del régimen sirio.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, citando a fuentes militares del interior del aeropuerto, también aseguró que en el bombardeo murieron al menos 30 militares sirios.

El bombardeo se produjo en el penúltimo día de la tregua alcanzada por mediación de Washington y Moscú el pasado 9 de septiembre.