Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron ayer aumentar la presencia naval de la Alianza en el centro del Mediterráneo para reforzar las capacidades de vigilancia en la zona, según confirmó en una rueda de prensa el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, que no precisó el número exacto de barcos que se desplegarán en la zona.

Rasmussen explicó que los 28 aliados decidieron "aumentar la presencia de los activos marítimos de la OTAN en el centro del Mediterráneo" y que autorizaron a impulsar "una planificación detallada" para decretar una zona de exclusión aérea sobre Libia, algo que requeriría en todo caso de la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

El comandante supremo aliado en Europa, el almirante James Stavridis, desplazará al centro del Mediterráneo medios marítimos actualmente en la zona

Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, explicó en declaraciones a los medios que no se trata tanto de aumentar los medios como de reposicionarlos en la zona. "Mi impresión es que no estamos hablando tanto de aumentar el número de barcos sino de reposicionar los barcos que ya están en la región" para acercarlos a Libia, indicó.

Los ministros de Defensa de la OTAN dieron luz verde además a aumentar de 10 a 24 horas al día la actual vigilancia sobre la situación en Libia que llevan a cabo los aviones Awacs, desplegados en el marco de la operación antiterrorista en la zona Active Endeavour, según explicó la ministra española de Defensa, Carme Chacón.

Rasmussen indicó que el desplazamiento de medios navales resulta "vital" para aumentar las capacidades de vigilancia de la OTAN en la zona, incluido si se cumple el embargo de armas a Libia, pero dejó claro que la actual resolución del Consejo de Seguridad que autoriza el embargo "no permite utilizar la fuerza armada" y sería necesario contar con una nueva resolución si se quiere que la OTAN asuma "medidas más activas para aplicar el embargo de armas".

Asimismo, Rasmussen explicó que se ha acordado autorizar la planificación de apoyo humanitario "en caso solicitado" después de admitir horas antes que la "grave" situación humanitaria sobre el terreno en Libia es motivo de "gran preocupación" para los aliados.

Igualmente, los aliados acordaron pedir a las autoridades militares aliadas "una planificación detallada" para eventualmente decretar una zona de exclusión aérea sobre Libia si se cuenta con una resolución "clara" del Consejo de Seguridad de la ONU, explicó Rasmussen. "Los ministros han acordado que necesitamos más planificación", recalcó.

Por su parte, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE exigieron ayer al líder libio, Muamar el Gadafi, que abandone el poder. Al parecer, el único punto en el que la Unión parece haber afinado sus cuerdas es en exigir a Gadafi que dimita, según anunció la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, al término de una reunión extraordinaria de sus homólogos en Bruselas, preparatoria de la cumbre de hoy de jefes de Estado y de Gobierno del bloque comunitario.

Europa, dijo Jiménez, "no ve ninguna salida" a la encrucijada de Libia más que el desalojo inmediato del poder por parte del coronel Gadafi. "Tiene que dejar el poder... En este momento, no hay ninguna salida que contemple la posibilidad de la permanencia de Gadafi al frente de Libia", comentó.

"Hay una coincidencia en que se tiene que mantener abierta la posibilidad de aprobar una zona de exclusión aérea. Siempre la puesta en marcha se tiene que hacer previa resolución del Consejo de Seguridad", subrayó Jiménez.

Por otro lado, Francia se convirtió ayer en el primer país que reconoce a la oposición como único "representante legítimo del pueblo libio", en vísperas de un Consejo Europeo al que propondrá "ataques aéreos selectivos" en Libia.