Campanella entusiasma con su paso al 'thriller'

El director cuenta de nuevo con Ricardo Darín y Soledad Villamil en 'El secreto de sus ojos', un fenómeno de taquilla en Argentina que se estrena el 2 de octubre en España

Juan José Campanella, al fondo, anda tras los actores Soledad Villamil y Ricardo Darín.
M. S. Cardiel (Efe) / San Sebastián

21 de septiembre 2009 - 05:00

Y al tercer día, el Festival de San Sebastián subió ayer al cielo con El secreto de sus ojos, la nueva película del argentino Juan José Campanella, que, avalado de nuevo por el talento interpretativo de Ricardo Darín, deslumbró a la crítica y suena desde ya como favorita para la Concha de Oro.

El realizador de clásicos emocionales como El hijo de la novia, por la que optó al Oscar, presentó en el certamen donostiarra esta nueva cinta, con la que ha reventado la taquilla argentina y en la que vuelve a jugar sus mejores cartas. Con ellas, intentará repetir éxito en España, donde se estrena el 2 de octubre.

Y es que aunque Campanella se vista de thriller, Campanella se queda: la química sentimental entre los personajes sigue siendo el motor de El secreto de sus ojos, donde el director -que ha trabajado en Estados Unidos rodando series como House- exprime todavía más las técnicas del lenguaje cinematográfico para hacer blanco en la ternura.

"La principal diferencia del cine con las demás artes representativas es que permite entrar dentro de los ojos de los personajes", explicó ante una prensa que se deshacía en elogios. Y en su nueva obra "se cuenta una película en el diálogo y otra en las miradas".

El secreto de sus ojos, efectivamente, narra la resolución de un crimen que, tras 25 años de investigación judicial, todavía no ha sido resuelto. Pero a través de la reapertura del caso, también se hurgarán las heridas de quienes llevaron a cabo la investigación.

Ellos son Irene, interpretada por Soledad Villamil, y Benjamín, a quien da vida Ricardo Darín. Ambos también dejaron una gran cuenta pendiente con sus vidas, de manera que la película irá colocando las piezas que dirán si su caso queda finalmente visto para sentencia.

"Mirar hacia atrás es la única manera de moverse hacia delante: uno puede evitar las heridas, pero vuelven a sangrar", asegura este experto de la afectividad que no obstante rehúye la afectación y que maneja un humor inspirado en su querido cine italiano.

Y, como siempre, acompaña una gran historia de amor con pequeñas píldoras de lírica amistosa, a través del personaje de Sandoval, interpretado por el cómico argentino Guillermo Francella y uno de los mayores aciertos de la película.

Basada en el libro de Eduardo Sacheri La pregunta de sus ojos, esta película permitió a Campanella, además, abordar una época de la historia de su país, antes del comienzo de la dictadura, "muy poco tratada por nuestro cine. La gente cree que todo empezó en Argentina a partir de 1976 y no es así".

El secreto de sus ojos transmite la fluidez de un encuentro de buenos amigos: Ricardo Darín y Soledad Villamil, con los que empezó un infalible tándem profesional en El mismo amor, la misma lluvia. Así, cuando fue preguntado no por El secreto de sus ojos, sino por el de su éxito, se limitó a decir: "Trabajar con lo mejor de cada casa".

No es lo que puede decirse, en cambio, de This Is Love, la producción alemana de Matthias Glasner que, como segunda película a competición de la jornada de ayer, no sólo sufrió el huracán Campanella, sino que de manera autónoma exhibió, en su rocambolesca y deprimente trama, carencias alarmantes. Protagonizada por el danés Jens Albinus, actor habitual de Lars von Trier, y la alemana Corinna Harfouch, la película cuenta dos historias que se mezclan tan bien como el agua y el aceite: la de una policía alcohólica que fue abandonada por su marido y la de un traficante de niñas vietnamitas que acaba encariñándose con una de ellas.

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