Carmen Laffón (Sevilla, 1934- Sanlúcar de Barrameda, 2021) perteneció a esa estirpe única de artistas que nunca perdió la ilusión y se mantuvo en activo hasta sus últimos días. Seguía trabajando, con esa perseverancia y ese gusto por el detalle que la caracterizaban, en su estudio de La Jara, la tierra y el horizonte a los que se mantuvo fiel a lo largo de su obra. Esa energía incansable que tuvo la creadora le permitió protagonizar, en el tramo final de su vida, importantes exposiciones en las que compartió con el público la madurez alcanzada en su larga trayectoria, y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo acogió dos de esas citas: El paisaje y el lugar (2014) y La sal (2020). Propuestas que sirvieron para que esa autora discreta, tímida, siempre exigente consigo misma, a la que movía la búsqueda de la belleza y nunca la vanidad, reivindicara sin pretenderlo su posición incontestable dentro de la escena artística.

Ahora, año y medio después de su muerte, Laffón regresa al CAAC, y lo hace gracias a la incorporación a los fondos del centro de ocho obras relevantes dentro de su producción. Piezas que forman parte de la mirada que la artista dedicó a la viña y que simbolizan esa atracción que sentía por los motivos aparentemente pequeños, por esa hermosura secreta que reservaba el mundo y en la que Laffón se detuvo tantas veces. 

Así, la colección del CAAC contará a partir de ahora con cuatro Vistas de la viña en las que se aprecian la minuciosidad y elegancia de Laffón en el dibujo, una técnica que también usó la artista con las composiciones al carboncillo de Espuertas con uvas y Espuertas vacías II. Esas cestas que se utilizan para la vendimia inspiran una de las grandes instalaciones que se incorpora al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo: Espuertas cargadas de uvas, fechada entre 2006 y 2010 y compuesta por 26 piezas de bronce, ejemplo del alma y el soplo de vida que otorgaba Laffón a sus esculturas sobre objetos. 

Con su extenso trabajo sobre La Viña, "fruto de una larga reflexión de la artista sobre racimos de uvas, con ecos en la tradición de la pintura española", señalan desde el CAAC, Laffón "despierta la memoria de dos mitos mediterráneos: la vid, signo de la fecunda naturaleza, y la viña y el lagar, símbolo de acogida y convivencia. Las serenas espuertas en espera del fruto, cargadas de uva o llenas de sarmientos de la poda, apuntan al gozo de la vendimia e invitan a participar en él. Mientras, los grandes dibujos, su amplia gama de grises hacen pensar de inmediato en la pintura: falta el color pero su ausencia hace presente con mayor nitidez la fuerza de la luz", apuntan desde el centro.

El consejero Arturo Bernal y Manuel Laffón, sobrino de la artista, con las obras.

La otra gran instalación que ahora mismo custodia el almacén del CAAC es Parra en otoño. Estudio de los cielos para el techo de San Telmo, 19 pinturas en las que destaca esa habilidad del pincel de la autora para las evanescencias. Laffón creó estos cuadros como trasfondo a la monumental parra de hierro y aluminio que diseñó para la bóveda del zaguán del Palacio de San Telmo. Al observar el conjunto, Laffón temió que estos paneles de nubes, de intensos azules y blancos, podían restar protagonismo a la escultura y los cambió por otros con tintas más matizadas, de modo que el día de sol primaveral que había previsto inicialmente pasó a ser una tarde nublada y otoñal. Pese a descartarlos para San Telmo, Laffón no se deshizo de los lienzos originales y los expuso en el CAAC en 2014, dentro de los contenidos de El paisaje y el lugar.    

En un acto al que acudieron el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, y el sobrino de la pintora, Manuel Laffón, la recepción de estas obras, valoradas económicamente en 1.633.441,20 euros e incluidas en el catálogo razonado de la artista elaborado por Juan Bosco Díaz-Urmeneta, publicado en 2020 por la Fundación Cajasol y la Consejería de Cultura, se vivió como un "hito histórico para el patrimonio artístico andaluz".

Manuel Laffón definió la jornada como "un día de emociones, un día importante" en el que se "cumplía el deseo de mi tía, que quería estar aquí, estar en Andalucía. Quería que estas obras formaran parte de su entorno y seguro que ella nos está viendo desde esos cielos que pintó". El familiar de la artista recordó también la predilección de la creadora por los escenarios "sencillos" y las cosas humildes, a los que dedicó Visión de un paisaje, su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que pronunció en el año 2000. "Las viñas que están en su obra eran para ella como un jardín del que disfrutaba", comentó.

Carmen Laffón, en el CAAC en 2014.

Bernal, por su parte, calificó como "incuestionable" la relevancia de Laffón en el arte contemporáneo, una figura que entre sus muchos reconocimientos fue Hija Predilecta de Andalucía, y añadió que era un "objetivo, un anhelo primordial de la Junta que su legado entrara en la colección del CAAC, que cubriéramos esa laguna".

Ahora, precisa el director del centro, Juan Antonio Álvarez Reyes, el CAAC es el museo "que tiene el conjunto más importante de obras de Laffón", centradas además en su etapa de plenitud. "Cuando se estudie a Carmen Laffón habrá que venir a Andalucía", aseguró, antes de anunciar que la idea es que estos fondos recorran la comunidad autónoma y puedan verse en diferentes ciudades. Se prevé que en junio el Museo de los Dólmenes de Antequera exhibirá la instalación de Espuertas cargadas de uvas y los dibujos con los mismos motivos. "Puede parecer rara esa ubicación", admitió el consejero, "pero en las excavaciones se han encontrado vasijas con restos de vino, y es bonito pensar que hay un hilo que une el principio de la humanidad con el arte contemporáneo". Además, desveló Álvarez Reyes, el Estudio de cielos se sumará a la reordenación prevista para la exposición Devenir pintura, en las mismas salas del CAAC donde hace no mucho Laffón daba indicaciones para colgar sus cuadros.