Colarse dentro de la ratonera
'The Hole 2' vuelve a Sevilla y esta vez se instala en el Charco de la Pava hasta el 17 Txabi Franquesa es el nuevo Maestro de Ceremonias
A escasos minutos de que comience la función los artistas se dan los últimos retoques en los camerinos improvisados bajo la carpa del Charco de la Pava. "En el día a día somos nosotros quienes nos hacemos cargo del maquillaje, aunque siempre siguiendo el diseño de Kley Kafé", explica Sergio Blanco a la vez que termina de aplicarse la sombra de ojos que le convertirá en El hombre del Smoking Azul, el encargado de dar la bienvenida al público. Mientras la gente va encontrando sus asientos él sale a escena enfundado en una guirnalda tan brillante como el traje que le da nombre y les va introduciendo en el ambiente gamberro y canalla de The Hole 2. "Mi personaje evoluciona cada noche porque a diferencia del Maestro de Ceremonias, que sí tiene unos textos marcados, yo tengo la suerte de poder ir improvisando -ateniéndome a unas pautas, por supuesto- e ir jugando y conociendo a gente de todo el país, averiguar lo que les gusta y lo que no". En el día de su estreno en Sevilla hay todo tipo de víctimas para las primeras bromas de la noche. A Inés, una joven que viene con sus amigas, le vacían el bolso en medio del escenario y ella, entre risa y risa, es incapaz de evitarlo. Los abdominales de un chico de las primeras filas de la grada también se hacen protagonistas de la escena durante unos segundos, aunque él rápidamente se baja la camiseta algo ruborizado. "A nadie le va a pasar nada malo en este espectáculo, pero si vienes tienes que saber que aquí las normas son un poco diferentes", comenta socarrón Blanco.
Aunque esta secuela sigue el estilo cabaretero y circense de la primera parte, en esta ocasión han dejado a un lado los aires berlinescos de principio de siglo para adentrarse en uno de los capítulos más transgresores de la escena nacional. "No paramos de repetirlo, The Hole 2 es la Revista española del siglo XXI. El espectáculo está inspirado en ese ambiente algo decadente del teatro chino y la carpa ambulante, y en concreto toma como referente a Manolita Chen, así que tenía muchas ganas de actuar aquí en Sevilla, que es donde ella vive", confiesa el artista, ya listo para salir e inaugurar el show. Y aunque desde las butacas todo parezca juerga y diversión, lo cierto es que tras el escenario no hay ni un minuto que perder. Rocío Madrid está todavía esperando en el camerino. A su personaje, María del Mar, esa hermosa ratita convertida en vedette por la que el Maestro de Ceremonias bebe los vientos, aún le queda un rato para salir. Cuenta que la vida en la carpa es muy rápida. "Me dijeron que pasaba a formar parte de The Hole 2 un lunes. Y al final de semana, tras unos cuantos ensayos, ya estaba actuando en Bilbao. Aquí hay un ritmo muy intenso, vamos empalmando de ciudad en ciudad, con nueve funciones semanales. Este ritmo sin descanso hace que nos sintamos como en una familia". No hay duda de ese ambiente de camaradería.
Mientras Madrid responde a las preguntas Víctor Massán, que esta noche interpreta al Censor aunque también dobla con el Maestro de Ceremonias (o MC como ellos prefieren llamarlo, aunque eso sí pronunciando las letras en inglés), se cuela en el tocador preguntando nombres de personajes conocidos de la ciudad. "Algún friki o un personaje de Gran Hermano que haga que el público se ría... Los Gemeliers por ejemplo". En Málaga el minuto de gloria se lo llevó el Mocito Feliz, ese simpático personaje que consigue colarse en todas las fotos de celebridades del mundo de la prensa rosa. Aprovechando que Massán está delante, Madrid hace una comparación de todos los MC. "Alex O'Dogherty es quien ha escrito el texto, así que lo tiene muy dominado, dice las cosas con un tono muy cachondo, como si todo le diese igual. Canco Rodríguez es el más entrañable, dan ganas de darle un abrazo y Txabi Franquesa, el nuevo, es el más machote de todos los MC", relata la actriz. Las primeras palabras de Franquesa confirman su descripción: "Para mí The Hole 2 es el boquete". Ríe. Ya en un tono más serio sigue explicándose. "Se mezclan muchas disciplinas, hay parte actoral, cómica e incluso clown, todo ello rodeado por el cabaret que no es algo común en el mundo de los artistas, así que supone un gran reto profesional. Donde más cómodo me siento es en el plano de humor, que es el que más conozco y en el que más aporto, pero me voy adaptando a todo", señala el actor, quien ya lleva suficientes funciones como para haber perdido el miedo de las primeras veces, aunque según cuenta a él el miedo no le paraliza, sino que le excita. Ahora dice estar preparado para disfrutar de todo lo que se cuece en el agujero e invita a que el público entre con ganas de "integrarse en la historia, pues al final es un poquito eso, crear una comunión entre todos".
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